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martes, 5 de enero de 2021

¿Algún día seremos felices?

 Esta no es la entrada que tenía pensada publicar, pero la neta quiero compartir con ustedes esto que traigo atorado en la mente. El tema surgió derivado de una conversación que tuve con una amiga, y fue complementado sabiamente ayer con OP en una plática nocturna que diría yo, fue muy productiva. Así que empecemos.

La platica surgió de que una amiga que me estaba diciendo, en pocas palabras, que no se sentía  feliz con su vida en este momento, no sentía que la llenaba y se sentía un tanto deprimida. A ojos de la mayoría de las personas, inclusive yo, le dije que tenía todo lo que la mayoría de las personas desea tener, quizás no como ella quisiera, pero de una u otra forma lo tenía y que pensará en ello en vez de enfocarse en el hecho de que las cosas no estaban como ella quería. Debo decir que mientras estas palabras salían de mi boca, rebotaron en mí de una manera estrepitosa. Fue entonces que me surgió todo este debate mental, la eterna pregunta existencialista de ¿podemos algún día ser felices?

Esta pregunta ha sido respondida por muchos filósofos a lo largo del tiempo, así que si quieren algo más coherente, los invito a leer sus interesantes y un poco enredadas teorías, porque aquí solo van a encontrar mi opinión, lo cual ya sabemos que puede ser completamente errónea y que esta basada en mi punto de vista. Siempre he pensado que los humanos somos bien curiosos, por decir lo menos, porque aunque tengamos todo aquello que "en teoría nos debería hacer feliz" por alguna extraña razón nos obsesionamos con aquello que no tenemos. Y esto me causa bastante revuelo porque creo que todos llegamos a pasar por eso. Fue entonces que me puse a pensar en mi amiga, y en como a mis ojos ella tiene todo lo que se necesita para ser feliz (aclaremos desde ahorita, que hay muchas cosas mal en esta oración, pero eso es tema para otra entrada) y me doy cuenta de que esa es mi perspectiva. Hice el ejercicio de tratar de ponerme en los zapatos de ella, y me di cuenta de que, a sus ojos, ella podría, hasta cierto punto, querer algunas cosas que yo tengo y que en teoría, también, deberían hacerme feliz.

En ese momento me di cuenta de que los humanos tenemos problemas psicológicos cañones y que nos la pasamos, tristemente, añorando otras vidas, cosas que se ha acentuado más por las benditas redes sociales. A veces creo que es hasta dañino la cantidad de tiempo que pasamos en Instagram mirando y admirando la vida de las demás personas. 

Constantemente olvidamos que la vida esta constituida por pequeños momentos, y que esos momentos son fugaces, pero que hacen que la vida valga toda la pena del mundo mundial. Hay veces en que he llegado a pensar que mi vida es demasiado aburrida, simple, y sin sentido, y es extraño pensar que puede haber alguien que quisiera estar en mi lugar. Racionalizar eso te pone un poco más las cosas en perspectiva. Pfff.

A veces parece, como si las cosas en verdad se alinearan. Después de tener esa plática con mi amiga que me desató todo este debate mental, vi la película de Soul (que se las recomiendo) y me di cuenta de que en verdad, todos compartimos esa idea de soledad, pérdida del sentido de nuestra vida e infelicidad, es un sentimiento tan universal que simplemente me dejó sin palabras. El ver la película me hizo pensar demasiadas cosas, y recordar otras tantas. 

No sé, quizás las últimas entradas del blog han estado un tanto profundas, pero a veces es bueno hablar de estas cosas. Saludos!

lunes, 6 de abril de 2020

Camino a Guanajuato


Hace unos días, en mi mente floreció un pensamiento, el de volver a Guanajuato. Pero antes de seguir y contarles a que me refiero con "volver", creo que debo de dar un poco de contexto. Estuve viviendo en Guanajuato capital por un período muy corto de tiempo, por aproximadamente seis meses (eso fue reciente, como hace dos o quizás tres años) , que en aquél momento se me hicieron muy largos. Creo que de alguna manera siempre he tenido una especie de conexión con ese estado, aunque nunca lo había visto de esa manera. Pero los caminos de la vida siempre son un tanto misteriosos.

En Guanajuato capital pasé algunos momentos más tristes de mi vida, y también tuve también, muy buenos momentos. Sin embargo, después de dejarle y regresar a casa, me dije que no quería volver allí hasta después de mucho, mucho tiempo. Cada vez que recordaba aquél lugar, o miraba alguna fotografía de allí, los recuerdos me pasaban por la mente como una avalancha, y solía sentir una punzada en el corazón, así de fuertes eran los recuerdos, así de intenso era el dolor. Pero la vida cambio, y uno mismo cambia, y después de un buen rato te das cuenta de que al ver una foto ya no sientes tristeza o nostalgia, sino más bien, veo una foto y digo "no manches, que chido lugar" como cualquier turista que esta planeando un viaje. Ya no hay punzada, la herida ya no duele. Es como si de alguna manera, mi mente se hubiese reseteado.

Eso sí, debo confesar que mientras estuve allá, nunca conocí nada. Nunca pise el teatro Juárez, ni me tomé una foto en el mirador, ni entré a una iglesia, ni me subí al funicular. No hice absolutamente nada de eso, y me extraña porque son cosas que admiraba de lejos, pero que por alguna extraña razón no me atrevía a entrar. Recordando todo eso fue que mi mente me dijo, bueno quizás sea tiempo de volver.Pero voy a hacer una aclaración, Quiero volver no para someterme a recuerdos tormentosos, sino más bien, lo estoy viendo como una especie de liberación, de catarsis, de perdonarme muchas cosas a mi misma, Es una forma de hacer las pases con mi pasado, con mi antigua yo. Quizás algunos piensen que es innecesario, que quizás con olvidarlo y perdonarse esta bién, pero es algo que floreció en mi mente.

¿Cuándo iré? La verdad es que no lo sé, dado todo lo que está ocurriendo no creo que sea en el futuro inmediato, quizás el próximo año pero la verdad es que no estoy segura. La vida es cambiante, incontrolable y misteriosa, pero si voy, les platicaré mi experiencia, mientras tanto, este capítulo queda en pausa.

Continuará...

viernes, 31 de mayo de 2019

Esto de stalkear...


La naturaleza humana es bien complicada. Si, ya sé que suena a justificación para toda la entrada, pero en serio que lo es. Y es que esto de "stalkear" (el término que se utilizará en esta entrada se refiere al verbo espiar) es como si lo trajeramos codificado en el ADN. Si, gran parte de los humanos sentimos la necesidad de stalkear a nuestros ex (ya sean amigos, novios, esposos, amantes, o familiares con los que ya no tenemos alguna relación), esto con la finalidad de saber qué es de su vida. Quizás esto se deba, en parte, a nuestra inherente tendencia a aferrarnos a las personas que han sido parte de nuestra vida, o quizás todo sea una construcción social como tantas otras que no sirven para nada. Lo cierto es que, varios de nosotros, de vez en cuando queremos ver en que andan esas personas que alguna vez singnificaron algo en nuestra vida.El stalkear puede estar unido a varias cosas, aunque la mayoría de las veces, se debe a que aun persiste un sentimiento aunado a la persona que queremos stalkear, aunque puede haber otras razones, quizás una sea, nuestra incapacidad para cerrar ciclos.

Cuando yo siento la necesidad de stalkear a alguien, me detengo, y pienso en mis amigos. Sí, como muchas personas, a veces quiero husmear y ver en que andan algunas personas, pero creo que he logrado quitarme ese sentimiento. Aquí les platicaré como lo hago. Como ya lo escribí, pienso en mis amigos. Pienso en que ellos ya no lo hacen (tal vez sí, pero me gusta creer que no), pienso en todas esas personas que ellos llegaron a querer mucho, y qué por muchas razones tuvieron que dejar ir. Pienso en como han superado,  o en el proceso que siguieron para superar, a esas personas, y veo como han podido proseguir con sus vidas. Pienso, en qué, si ellos pudieron  yo también puedo lograrlo. La neta, ese pensamiento, entra en mi cabeza como un rayo de luz, y me evita caer en la tentación.

También, he aprendido a valorar mucho más mi salud mental. Sé que si stalkeo tengo la posibilidad de enterarme de algo que no me guste, o de que algo me rompa el corazón, y ya no quiero hacerlo. No por nada, es bien sabia esa frase que dice "el que busca, encuentra". 

Como ya lo he dicho, dejar ir no es algo fácil, requiere voluntad y también disciplina para poder decir adiós a aquello que ya tuvo su tiempo. Quizás algún día regrese, pero eso no podemos saberlo, y dependerá de cada uno de nosotros, decidir si le damos cabida nuevamente en nuestra vida. Algo que aprendí es a no decir "yo nunca en la vida..." porque la verdad es que no sabemos.

No sé ni porque escribí esto, la neta. Solo sé, que mientras intentaba dormir ayer, me vino a la mente toda esta retrospectiva del stalkeo. Espero a alguien le sirva. En fin, saluditos.

miércoles, 17 de abril de 2019

Episodio post-depresivo


Recientemente vi una seria en Netflix llamada "Maniac", creo que en el momento que la vi era perfecta para mi mood depresivo, porque esa serie es bien depresiva, y todo el mundo que pintan ahí es tan depresivo que a mí me parecía tan real y hermoso al mismo tiempo. Ok, creo que ya utilicé mucho la palabra "depresivo".

No voy a escribir de qué trata la serie porque la neta luego me revuelvo y luego creo que la esencia del show no queda bien plasmada, así que mejor búsquenla en San Google, seguro encontrarán una página con una sinopsis chida. Bueno, regresemos al tema. Uno de los puntos que más me llamó la atención de la serie es que en ella, los protagonistas van como voluntarios a un estudio psicológico/farmacológico que les ayudará a superar su mayor trauma. Para eso, tienen que tomar tres pastillas: la A (por Agonía, y la que te hace "revivir" tu mayor trauma"), la B (que es la de comportamiento) y la C (Confrontación). Se supone que al concluir el tratamiento tienes una especie de liberación y puedes seguir con tu vida. 

Lo que me llamó la atención de la series, es que pensándolo un poco mejor creo que las pastillas representan o muestran un paralelismo en la forma en como nosotros afrontamos situaciones que muchas veces pueden ser dolorosas para nosotros. Primero tenemos la etapa del dolor, después esa situación nos lleva a un "ajuste" o un cambio en nuestro comportamiento, y a veces, llegamos a la parte de la Confrontación. Digo a veces, porque no siempre podemos o queremos lidiar con esa situación. Parte del proceso de liberación es tener que confrontar aquello que en su momento te causó dolor.

Fue entonces cuando empecé a encontrar paralelismos con mi propia situación. Me di cuenta, que yo aún, a estas alturas, estaba estancada en la fase B, donde yo había puesto barreras para que esa situación no me molestara, o no me causara tristeza, pero al fin y al cabo, siempre estaba en mi subconsciente, relegada, esperando a que yo me descuidara, a que los escudos que la mantenían aislada de bajaran para que volviera a salir, y fué ahí, cuando entré en mi episodio depresivo.

Claro, todo esto lo pienso ahora que siento que he logrado pasarlo pero en el momento no percataba de nada de esto. Durante mi episodio, me puse a pensar en si en verdad logramos superar las cosas, o solo nos acostumbramos al dolor, y los sobrellevamos, lo cual me lleva a pensar en que si es así, como se ve afectada toda la bioquímica de nuestro cerebro. 

Quizás si podemos superar las cosas pero conlleva un proceso de tiempo, que a veces puede extenderse demasiado, o tanto como queramos mientras no deseemos confrontar esa situación. 
Creo que he llegado a la fase C, pero de eso hablaré en mi próxima entrada. Ustedes que opinan? Han visto la serie?

Saludos.

lunes, 23 de julio de 2018

De vuelta a la realidad...



Después de un buen tiempo es momento de regresar a la realidad. Y es que, haciendo un poco de retrospectiva, el año anterior se me hace un poco extraño, como si hubiese sido sacado de un sueño. Quizás yo sea un poco como Don Quijote, y a veces me dan mis ratos de locura y tengo que irme a cazar gigantes, aunque en realidad sean molinos de viento. Todos tenemos derecho a escaparnos a nuestra surrealidad de vez en cuando, y yo puedo decir que viví en ella un buen rato. ¿Aprendí de ella? Claro. Esa extraña surrealidad me dejó lecciones, y sé que si no hubiera habitado en ella no las hubiese aprendido. Pero como El Quijote, quizás sea tiempo de recobrar (un poco) la cordura. 

Siempre he sabido que uno tiene derecho a equivocarse. Tiene derecho a tocar fondo. Tiene derecho a cajetearla, a mandar todo al carajo y volver a comenzar. Uno tiene derecho a reinventarse, a volver a crearse otra vez, a aventurarse de nuevo. Sí, y yo a veces lo olvido. Mi estúpida necesidad de buscar la perfección a veces hace que me hunda en un estado depresivo. Aunque he batallado con mis control issues aún sigo lidiando con ellos. ¡Suelta! Me dice una vocecita en la cabeza, suéltalo ya, déjalo ir, déjalo que se pierda, que se lo lleve el viento (sí es una canción y ya me divagué)...

Retomando el punto, es hora de comenzar de nuevo, de retomar algunas cosas y dejar, por la paz, otras. Es tiempo de volver al aquí y al ahora, y aunque las cosas no siempre (aunque ya a estas alturas diría, casi nunca) salen como uno quiere, hay que tomar nuevas perspectivas porque así es esto de vivir.

Después de haber hecho muchas estupideces, haber cometido varios errores y haber tomado malas decisiones, he pensado que tal vez sea el momento de hacer las pases con ese pasado que aún es un poco reciente, tomar las lecciones y volver a retomar el rumbo, o lo que creo pensar que es un rumbo, porque al final, la vida es un desconcierto total, y la mayoría de las veces vamos a la deriva (o quizás sea yo). En fin, quizás sea momento de regresar a la Mancha y replantearme muchas cosas de nuevo y poner algunas otras en su sitio.

La aventura fue interesante y también estresante, al final entendí que Dulcinea no era para mí y que existen más aventuras por venir. Quizás en algún momento vuelva a la surrealidad, aunque muy probablemente sea distinta, pero por el momento nos quedaremos aquí, en esta realidad.

lunes, 8 de enero de 2018

Pensamientos nocturnos...


Hay un lugar en Monterrey que se llama "El Obispado". Es un mirador. Recuerdo que cuando lo visité la vista me cortó la respiración. Era de noche y el clima era fresco, no hacía demasiado fresco, así que me parecía perfecto. Me acerqué al barandal y contemplé la ciudad. Me pareció un espectáculo hermoso, las luces inundaban todo a mi alrededor como si fueran un reflejo de las estrellas del cielo. 

Cerca de mí, una chica y un chico llevaban un par de cafés y se los tomaron allí mismo. Se sentaron sobre el piso y charlaban animadamente. Hubiese querido hacer lo mismo, hubiese querido tener allí un café y tomármelo en ese lugar, en aquel mirador donde podía contemplar toda la ciudad. Envidié su capacidad para olvidarse del mundo por un par de horas, o de minutos, el tiempo que durará el café. Yo también deseaba olvidarme del mundo.

Más allá, una pareja se besaba en la oscuridad. Las sombras los cubrían, y a mí me parecía lo más romántico del mundo. Deseé para mis adentros algún día hacer lo mismo. Regresar y pisar ese lugar de nuevo, y besarme con alguien como aquella pareja lo hacía. 

Atrás de mí, un niño brincaba los escalones que había. Sonreía. Sus padres lo vigilaban de cerca. Yo lo miré y pensé si algún día tendría hijos y si lo traería a este lugar. Esa era interrogante que aún no podía responder.

Del otro lado un muchacho se fumaba un cigarro. Cuando vi el humo desaparecer en la noche se me antojó tener un en aquel instante y sentir el humo pasar por garganta. Deseaba perderme en mis pensamientos mientras el cigarro se consumía.

Después un halo de nostalgia se posó en mí. Después pensé en él, y qué aunque fuera lo más ilógico del mundo, deseaba que estuviera allí. Que nos tomáramos de la mano y contempláramos aquella parte del mundo. Sí, tal vez era una idea estúpida pero era lo que deseaba en aquél instante.

Pero eso no existía, el presente era totalmente distinto. Así que me concentré en él y lo disfruté.

sábado, 7 de mayo de 2016

Y coincidamos...


He hablado de él. Corrección he hablado mucho de él.
Pero eso no lo hace más etéreo.
Tantos versos escritos en su nombre, pidiendo su presencia...Pero eso no lo hace más visible.
Tantos suspiros, tantos cafés, tantos cigarros, gastados en su ausencia...
Hay distancias que no pueden ser cuantificables, y con cada palabra parece desvanecerse más.
Tanta soledad.
Tantos besos guardados y tantas lágrimas derramadas.
Pero no logro verlo, mucho menos tocarlo.
Y una melodía triste suena al compás de mis latidos.
Quién sabe si alguna vez coincidiremos. No hay certezas, tan solo conjeturas.
Tal vez seamos constelaciones en diferentes galaxias.
Tal vez algún día encontremos el camino que nos lleven el uno al otro
Quizás alguna vez el tiempo se ponga de nuestra parte.
Y coincidamos.



martes, 29 de diciembre de 2015

Resumen 2015

Vaya, una vez más llegamos al final del año. Revisando los propósitos que hice al inicio de este año, me parece que cumplí algunos. Siendo sincera no me gusta mucho eso de los propósitos porque, aunque sean viables, me siento forzada a cumplirlos, y creo que eso no es agradable. Se deberían hacer por gusto y no tanto como algo autoimpuesto. Al menos eso es mi punto de vista.

En este año hubo cambios, sin duda. El primero fue de forme de forma inconsciente, hace apenas unos días me percaté de ello, y es en cuanto a mi escritura. Me he dado cuenta de que antes solía escribir poemas, o intento de poemas (que son más bien prosas en un estilo poético) y ahora escribo historias cortas o microrelatos. Y eso e emociona porque es algo nuevo, y en lo que he recibido críticas positivas, sin embargo, no puedo evitar sentir un poco de melancolía por las prosas que solía escribir, pero tal vez para crearlas se necesita algo más, un muso quizá. Y quizá un día vuelva a escribirlas.

De la mano con lo anterior, este año por fin decidí mostrar lo que he escrito. Tuve la oportunidad de participar en un evento llamado FILA, donde tuve la oportunidad de leer lo que escribo ante personas desconocidas, y aunque fue un poco aterrador al principio, definitivamente me ha ayudado mucho. Antes solía guardar lo que escribía para mí, y solo lo compartía con OP, pero ahora me doy cuenta que es importante soltar las ideas, como si fuera mariposas, y dejarlas que vuelen y que las puedan apreciar (o criticar) otras personas. Inclusive he compartido entradas de este blog con más personas que conozco (en FB, por ejemplo), algo que no hacía por miedo. Pero eso ha cambiado, y me siento más libre. 

No todo ha sido sencillo. Otra vez, la vida, me ha recordado que uno debe soltar, que debe dejar ir, y que hay personas y relaciones que no pueden ser permanentes. Que cambiamos, y eso nos afecta en diferentes maneras, en distintos niveles; que la evolución es parte de la vida, aunque a veces sea muy complicado de entender.

Quizá una de las cosas más difíciles de este año, y que seguramente seguirá en mi mente durante el próximo, es la aceptación. Hace unas noches comprendí que uno tiene que hacer las pases consigo mismo. Aunque en primer lugar, ni siquiera deberías estar peleado contigo mismo. Pero lo estamos, la mayoría, pensamos en todas las cosas que nos gustaría cambiar de nosotros, y algunas son válidas, lo cierto es que a veces mantenemos una lucha interna que puede llegar a deprimirnos y frustrarnos. Entonces mi mente me dijo que en algunos aspectos, era hora de hacer las paces. Era tiempo de una tregua, de aceptar cosas que no podemos cambiar. Pero cuesta, y eso se convierte en un viaje. Pero creo que de eso se trata, de dejar de ser una pelea para convertirse en un viaje. Un viaje sobre ti mismo. Si tal vez suena trillado, pero creo que al final se trata de ser más libres. Siempre he creído en la libertad.

En cuanto al blog, he pensado en hacerle algunos cambios, pero aún no se cuando los implementaré. Necesito un curso sobre computación avanzada (lo anotaré mentalmente en los propósitos del 2016 :P). 

Ya no quiero que esta entrada suene a libro de autoayuda así que con esta entrada me despido de este año. Que arranque el 2016!

sábado, 14 de noviembre de 2015

Cosa de locos...

El amor es cosa de locos. He visto a muchos cambiar para bien o para mal por amor; tal vez si conscientemente nos plantearamos los riesgos de enamorarnos, no lo haríamos, porque siendo honestos, a veces perdemos más de lo que ganamos, aunque suene demasiado frío decirlo. Pero es que amar es complicado, es mucho más que besos, abrazos y sexo.Y es que el amor nos trastorna, nos hace cometer locuras, nos hace perder la cabeza. 

Hace salir nuestro lado masoquista, nos convertimos en esclavos de nuestro dolor, lo mimamos y lo cuidamos, y regresamos a él constantemente en busca de ese amor. Y ese comportamiento es un misterio para la humanidad, parece que el amor y el dolor están secretamente ligados, y que se complementan. 

Todos somos adictos al amor. Vamos una y otra vez hacia él, sin importar las decepciones, las heridas, el dolor, lo intentamos sin importar nada. El amor es la droga más poderosa, de eso no hay duda. Y tal vez recurrimos a ella precisamente por eso, para escapar de nuestra realidad, aunque sea por momentos. Quizá también deberían de ponerle una advertencia sobre lo peligroso que es, aunque seguramente la omitiríamos porque la sensación bien lo vale.

Sí, el amor es cosa de locos.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Mundos paralelos...

Antier no podía dormir, así que me puse a pensar en mundos paralelos. Si, aquellos lugares mágicos en el que generalmente imaginamos que somos todo aquello que no somos en este, es decir, que somos perfectos y vivimos en una mansión, con un perro y somos felices por siempre. Si, algo así.
Y me puse a pensar en mi otra yo, la que vive en el mundo paralelo. La yo perfecta. No voy a mentir, pensar en ella me dio algo de nostalgia, y tal vez se deba a que se aproxima mi cumpleaños, lo que me hace ponerme en un mood nostálgico. Pero volvamos a los mundos paralelos.

Como sería mi otra yo? Empecemos.

Mi otra yo vive, probablemente, en un lindo departamento con piscina. Quizás tenga un gato de mascota.
Me imagino que es una científica de renombre, o por lo menos tiene un buen trabajo. Va al gym todos los días, muy temprano.
Ha conocido al amor de su vida, y caminan juntos a diario tomados de la mano. Ya están planeando vivir juntos.
No fuma, pero bebé café todos los días por la mañana antes de irse a trabajar.
Toca con destreza el piano.
Ha visitado Paris, Tokyo y Venecia. De seguro ama tomarse selfies.

Y pienso que es perfecta, quisiera conocerla, alcanzarla. Entonces me pongo a pensar en como puedes llegar hasta ese mundo pararelo. Recuerdo algunas leyes de la física que estudié en la escuela. Y entonces recuerdo que no hay mundos paralelos, científicamente es una ilusión. Me recuerdo que solo son mundos creados por nosotros donde creemos que nuestra vida es mejor. Quizás este delirando a causa del insomnio. Pienso en ella y en ese mundo tan perfecto, tan feliz. O eso quiero creer.
Quizás la perfección solo sea un conjunto de imperfecciones.

Y no sé en que momento me quedo dormida.


sábado, 14 de marzo de 2015

Crónica de una noche pensando en ti

 Esto lo había escrito hace ya algún tiempo, pero lo releí apenas y me dió mucho risa, así que decidí compartirlo en el blog :)

"Me acuesto sobre la cama sabiendo de antemano que no voy a dormir, hace tiempo ya que mi sueño no me pertenece. Aún así cierro los ojos tratando de no pensar en ti. Pero al primer intento fallo, tu rostro al instante. Me reacomodo en las sábanas, mientras trato de dejar la mente en blanco. Va bien, pienso en lo que tengo que hacer mañana, y entonces recuerdo todo lo que no te he dicho. Y todo lo que pasa por mi mente, suena increíblemente cool, y pienso que quizás hasta podría hacerte un poema, sí es una idea genial.

Que va. Es una idea ridícula, como te podrían gustar esas palabras? Si hoy precisamente me dejaste en visto. Tonto, eres un tonto! Me caes mal, pero mañana en cuanto me despierte te bloquearé del whats y del facebook, si eso haré. Ya esta, a dormir.

Oh vamos, a quien engaño. No lo haré, no te bloquearé porque me encanta starlkearte y martirizarme pensando en lo que estas haciendo. Tonta, tonta, tonta. ¿Porqué te pienso tanto? No, ya a dormir.

¿Porqué no existe una máquina para borrar la memoria? Llegó la hora del martirio. ¿Porqué? Oh vamos estás actuando como puberta. Ya madura, eso ya no va. Quizás estemos mejor como amigos. A quién engaño, no lo quiero como amigo!

No, ya a ver, cierra los ojos. Contaré ovejitas. Una ovejita, dos ovejitas, no pienses en él, tres ovejitas, cuatro ovejitas, no pienses en él, no, no, no!

Abro los ojos y me reincorporo. Quizás debería ver la tele, alguien dijo que pasarían Harry Potter. No, no quiero verla. Quizás leer, pero... no. Escucharé música, si eso me hará dormir. Busco el celular y repaso la lista de canciones, y allí esta, yo la paso rápido, como no queriendo verla, pero las ganas me ganan y le doy play. Es la canción que me recuerda a ti. La escuchó y hago un video mental de nuestra vida juntos. 

¿Juntos? ¿es que acaso estoy loca? Eso no pasará. ¿Porqué no habrá contestado mi whats?  La duda me tiene al borde de ir a visitar al psiquiatra.  ¿Que estará haciendo? Pues obvio, durmiendo como la gente normal. 

Ahora si ya a dormir. Revisó una última vez solo para confirmar que sigo en "visto". Ese mentado visto lo debió haber inventado algún ex como venganza. Ya a dormir. No me va a contestar. 

Dejo el celular a un lado, y me acomodo de nuevo. Pienso en mil y un tonterías con tal de no imaginarte. Y sin saberlo, me quedo dormida."

jueves, 29 de enero de 2015

Oh soledad!

Creo que me están regresando los insomnios. Ya van un par de noches que no he podido dormir bien y me he hundido en reflexiones nocturnas. Leer Adulterio tampoco me está ayudando mucho. Y es que como  una amiga dice, a veces te llegan los libros indicados en el momento indicado, pero eso es para otro post. 

Y qué es en lo que pienso en mis noches de insomnio? Bueno, aparte de un montón de tonterías, he pensado también en la soledad. Ah, si esa palabra que conlleva un gran significado. Creo que TODOS en algún lapso de nuestras vidas nos hemos sentido solos, la soledad es parte de la vida. Alguno la toleramos más que otros, algunos hasta la llegamos a convertir en una amiga cercana. Pero a veces, suele hacerse pesada, e inunda todos nuestros rincones, y es como si entrara en cada uno de nuestros poros, invadiendonos. Será que algunos nacemos para estar solos?

Siempre he creído que la soledad es necesaria, que te ayuda a conocerte mejor, a purificarte, a confiar más en ti mismo y a apreciar la compañía. Pero también puede ser egoísta, y es entonces cuando pierde toda su magia. Creo que la soledad es poética y nostálgica, pero también tiene algo de tristeza. Puede que exista demasiada soledad? Y entonces que haces, como te la quitas? o acaso estás destinado a ella?

Y así pasan las noches, yo despierta, pensando en ella, y ella conmigo.

sábado, 20 de diciembre de 2014

A destiempo...



Esta es la última entrada que te escribo. No, de veras. Sé que lo he dicho en otras entradas, pero hoy me vino un rayo de luz y me di cuenta de que tenía que dejar de hacerlo. Y tu mismo has sido ese rayo. Sí, por fin entendí que vamos por caminos diferentes, y que quizá, en esos caminos, no nos toque toparnos. Cosas de la vida.

Pero ya no voy a escribirte, es mi propósito de año nuevo.

Un aprendizaje de la vida es aprender a dejar ir, y seguir adelante. Quizás fuiste mi recordatorio de esa lección. No puedo obligarte a que te quedes. 

No voy a negarlo, fuiste la representación de muchas cosas que quería. A estas alturas, negarlo ya no sirve de nada. Hay que aceptar para dejar ir.  Te agradezco por el arte, si, porque si algo sé de arte, es que los mejores trabajos salen de los corazones rotos.

Quería encontrar casualidades donde no las había. Quería saltar distancias cuando no se podía. Quería que coincidiéramos, cuando no se podía. Nosotros funcionamos a destiempo, como los rebeldes que somos, pero se nos olvidó que a destiempo no podemos coincidir. Se nos olvida que las estrellas no se alinean a nuestro antojo. Que tontos.

Pero ya no voy a escribirte, voy a escribirme. 

Y quizás algún día leas todo lo que te escribí, y también será a destiempo. Como tu reloj, que va  adelantando 5 minutos más que el mío. Así eres, así somos.

De nada sirve crearte un universo, si a ti te gusta ir de galaxia en galaxia. 

Es momento de dejar de escribirte. Hay que dejar ir. (Pausa, lanzó un suspiro).

Estas son las últimas letras que yo te escribo.

FIN


lunes, 10 de noviembre de 2014

Si yo fuera...

Últimamente he pensado mucho en las relaciones. Más de lo que me gustaría admitir, pero es que con tanto conocido juntándose o casándose a veces no puedes evitar pensar en eso. Nunca me he considerado una chica cursi, aunque hay que admitirlo, hay entradas en este blog que destilan cursilería. Sin embargo, no suelo destilarla a menudo, y cuando sucede es porque estoy realmente inspirada. 

Mientras trataba, en mis múltiples intentos fallidos, de descifrar el misterio del amor, me puse a pensar en que quizá si yo fuera otro tipo de chica, las cosas serían un tanto diferentes. Así que hice una lista:

-Si yo fuera más cursi
-Si yo no expresara mis opiniones
-Si no fuera feminista
-Si no fuera idealista
-Si no pensara demasiado
-Si fuera menos libre

Si fuera lo que no soy. Y es que aceptar alguien tal y como es, es algo realmente difícil (o lo hemos hecho difícil) porque siempre veremos a los demás desde nuestra perspectiva. Cosas de humanos. 
Ya lo decía Kurt Cobain en su famosa frase "Prefiero que la gente me odie por ser quien soy a que me ame por lo que no soy".

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Hojas de papel...

Hace un par se semanas me topé por casualidad con u paquete de hojas, pero pronto me di cuenta que no era solo un montón de hojas cualquiera, sino todos aquellos poemas y prosas que aguna vez escribí en ciertos momentos de mi vida. También a ciertos chicos de mi vida. 

Mientras los leía pensaba en todo el tiempo que ha transcurrido desde que escribe y el último y me di cuenta que ya ha sido bastante, entonces pensé que quizás nunca más volvería a escribir así. A veces tomo la pluma e intento escribir una cuantas líneas que rimen, pero por lo general siempre terminó creando bolas que se van a la basura.

Y es que ya no es la misma inspiración. Quizá sea que me falta un muso, o quizás sea simplemente que esa etapa ya pasó, como tantas otras. Guardé el paquete como recuerdo de lo que solía escribir y con la esperanza de algún día crear un par de líneas similares, aunque es un misterio si eso volverá a ocurrir.

A veces extraño, ese suspirar, esa necesidad de tomar papel y plasmar las emociones a manera de verso, dedicándoselas a alguien que sabía nunca leería esas líneas.

Me rió y suspiro. Y es que pasan tantos recuerdos por la mente, como un mar que te inunda la mente. Y allí están, las cosas que hiciste y las que no hiciste, las que dijiste y las que no pudiste decir. Y te golpean con la fuerza de una ola salvaje, recordándote que siguen ahí.

Ahi están, plasmados en papel, tiempo, personas, sentimientos. Recuerdos.