martes, 26 de octubre de 2021

Casablanca (o la persistencia de los recuerdos)

 Recientemente vi la película de Casablanca, una cinta que, ya llevaba tiempo en mi lista de pendientes y que deseaba ver porque me parece un clásico del cine. La película me gustó mucho, y aunque esta definida como una historia de amor, yo no la definiría precisamente como tal. No se las voy a spoilear aquí por si un día se animan a verla, pero si algo me pareció interesante fue, la presencia de los recuerdos. Casablanca es una oda a los recuerdos, una historia nostálgica donde los protagonistas anhelan una época que ya no está. 

Esto es precisamente lo que más me llamó la atención de la película, ese aire de nostalgia, ese presencia fantasmagórica de los recuerdos que permean  las paredes del Café y de la ciudad, y que acechan a nuestro protagonistas de una manera silenciosa, haciéndolos añorar un época más feliz. De esta película nace la icónica frase "siempre tenemos París" que no es más que una analogía de los años felices, lo que podríamos marcar como una época dorada en nuestras vidas.

La película, me dejó con un aire de nostalgia, y me ha tenido reproduciendo canciones que me recuerdan a otros tiempos, a momentos importantes de mi vida. He pensado, sobre todo, en algunos de ellos, y me he tirado a la remembranza en estos días. 

A veces me es fascinante el hecho de que los humanos tendemos a ser un poco masoquistas, nos pasamos gran parte de nuestro presente pensando en hechos del pasado, rememorando tiempos que creemos más felices. Y digo masoquistas, porque pensamos, en muchas ocasiones, que todo era mejor antes y vemos, con mucho pesar, que el ahora no es como imaginábamos que sería. ¿Por qué somos así? Quizás porque no existe la felicidad completa, y siempre pensamos que algo esta bien pero podría estar mejor si tuviéramos esto o aquello, o si estuviera alguien ahí. Anhelamos lo que no tenemos, esa es nuestro gran defecto, en general. 

Los recuerdos suelen ser fascinantes, y por la manera en que funciona nuestro cerebro, siempre parecerán mejor de lo que realmente fueron, porque los vemos como un refugio. O también puede suceder que posteriormente, apreciemos más un momento porque ahora sabemos el valor que tiene. Sea como sea, los recuerdos siempre irán acompañados de la nostalgia, de un suspiro, de un deseo por volver a revivir ese momento, esa época. Cada quién tiene su París. 

domingo, 17 de octubre de 2021

La vida cambia

Hace un par de días estaba platicando con una amiga y  me causó bastante sorpresa que me comentó que se iba a mudar pronto. Fue entonces que me he puesto a pensar en lo impredecible que es la vida. Mi amiga ahora tendrá que cambiar de lugar de residencia y probablemente también de trabajo, y pienso en lo mismo que me sucedió a mi, cuando de la nada, sin esperarlo, se presentó la oportunidad laboral en la cual ahora me encuentro. Pienso en como nada de esto lo teníamos planeado, y como, por azares de la vida, todo cambia de la noche a la mañana. Así de rápido.

Si algo he visto, desde tiempos remotos, es que los humanos estamos en busca de "estabilidad" y como dedicamos gran parte de nuestra vida a alcanzarla. Nos la pasamos estudiando y trabajando para encontrar un "trabajo estable", así como esperamos toparnos con nuestra alma gemela y tener una "relación estable" y después casarnos, formar una familia y por fin "estabilizarnos". Es como si esa fuera la finalidad de la vida: ser estables. Y no sé si en verdad eso sea, lo único es que me parece curioso. Y lo menciono porque como dije antes, la hemos buscado desde hace millones de años. Dejamos de ser nómadas cuando descubrimos el fuego, y nos dimos cuenta de que podíamos recolectar comida, tener abrigo y protección en una cueva, y así poco a poco nos convertimos en "gente civilizada". Quizás nada ha sido coincidencia. Quién sabe.

Lo único que sé, es que al parecer nuestro afán por alcanzar la estabilidad es muy fuerte, tanto que parece que ya lo traemos integrado en nuestro ADN. ¿Cuántas veces no hemos escuchado en nuestra familia preguntarnos cuando pensamos establecernos? Como si fuera un requisito que tenemos que cumplir, y en caso de que no lo hagamos, nos ven como la oveja negra.

Y sin embargo, por más planes que hagamos, y aun cuando ya creemos que hemos alcanzado la dichosa estabilidad se nos olvida que la vida cambia, así sin más, de un día para otro, y que a veces tenemos que sacrificar aquello por lo que hemos trabajado tanto. ¿Porqué olvidamos que nada es permanente, que todo cambia? A veces creo que es nuestra forma de lidiar con la realidad, es nuestra forma de ponernos una venda en los ojos y creer que la vida será tal como la conocemos por siempre, porque imaginar algo distinto significa salir de nuestra zona de confort, perder nuestra estabilidad y eso nos aterroriza.

La palabra "cambio" no nos gusta, y sin embargo es algo que nos rodea y que esta fuera de nuestro control. En cierta forma esto último a veces me consuela, porque hay días en que este presente en el que me encuentro me sobrepasa, y pienso, ¿aquí estaré por siempre, es esta mi estabilidad?  Pero a lo  lejos escucho a la vida susurrarme, "cariño, nada es para siempre". 

domingo, 10 de octubre de 2021

Ponte la camiseta!

Hola! Me he ausentado de este este blog porque la verdad tengo mucho trabajo (énfasis en mucho) y no he tenido tiempo ni de llorar, con eso les digo todo. Pero bueno, nada como una semana de explotación laboral para inspirarse a escribir, y digo esto, porque va de la mano con lo que voy a escribir a continuación. 

Yo nunca he sido fan creyente de esa famosa frase de "ponte la camiseta", lo cual hace referencia a una frase motivacional que previamente ha ido acompañada de un discurso también motivacional en el que básicamente te dicen que "hay que tenerle lealtad a la empresa (donde trabajes)", lo que lleva a que te automotives a hacer un excelente trabajo, lo cual podemos traducir a: hacer horas extras, renuncies a tu vida personal y seas prácticamente su esclavo, todo esto claro por un mísero sueldo (la mayoría de las veces). 

Este discurso ya me había sido dado antes en una empresa donde yo trabajaba, una trasnacional muy famosa, donde aparte de intentar lavarnos el coco con esos discursos, nos decían que debíamos también comprar sus productos, consumirlos, ya saben por eso de la lealtad, lo cual me parece algo absurdo. Osea que aparte de que me pagas poco quieres que te regrese mi sueldo comprando tus productos? Vaya, eso si que es otro nivel.

Todo esto regreso a mi mente porque en estos días nos dieron un discurso similar en mi actual trabajo. Nos pusieron trabajo extra (que no nos van a pagar obviamente y que es fuera del tiempo laboral), que lo viéramos como algo positivo, que nos "pusiéramos la camiseta" y lo pusiéramos empeño, para que fuésemos un mejor centro de trabajo. Supongo que a estas alturas ya imaginarán mi cara. No recordaba, hasta ese día, cuanto odiaba ese discurso, al cual yo llamo "el discurso de la explotación laboral disfrazada".

Y es que a ver, lo entendería si mi contrato laboral me dijera que tengo que estar las 24 hrs disponible para este trabajo, y pues claro, si yo lo firmo quiere decir que estoy de acuerdo. El problema es que, como toda buena empresa, esto no viene especificado, porque claro, no lo van a hacer, porque hay que ahorrarse ese dinero .Entonces no, no estoy de acuerdo.

Lo más increíble de todo esto, es que hay gente que se la cree, como si tuvieras una deuda a la empresa, como si te hiciera un favor, y tu a cambio, tienes que ser su esclavo. Por eso me choca cuando me dicen, ¿y porqué te quejas, si para eso te "alquilaste"? No carnal, perdóname, pero yo trabajo por necesidad, y mi vida NUNCA pero NUNCA ha girado en torno  a mi trabajo. Suficiente tengo con las 8 hrs mal pagadas que les trabajo. Pero #tercermundo.

Así que por favor, estimados lectores, no se crean ese cuento de que le debes lealtad a la empresa y que por eso debes estar disponible para ellas 24/7. Si quieres hacer trabajo extra porque en verdad AMAS tu trabajo y no te importa que no te lo paguen pues adelante, ya eso es de cada quién. La neta la situación esta muy crítica como para estar regalando nuestro tiempo y nuestro trabajo. Ojalá algún día de verdad mejoren los salarios, pero eso lo veo muy difícil en este país.