martes, 28 de julio de 2020

Preguntas hipotéticas...

Recuerdo que antes, cuando andaba por aquél lugar, me sentía triste. El aire tenía un aire a nostalgia demasiado pesado, pero me he dado cuenta de que no era así. Esa era mi nostalgia. Mientras caminaba por aquél lugar, me preguntaba cuantas veces habías pisado tú aquellas calles. El saber que tus zapatos habían pasado exactamente por aquellos adoquines, aquellas piedras, que habías estado allí en algún momento me hacía sentir realmente triste. Y aún así, deseaba que te aparecieras de la nada, como un fantasma, y que pudiera contemplarte una vez más. Cabe mencionar que eso nunca se cumplió. Era como si me sintieras, pero mientras yo te anhelaba, tu te salvaguardabas de mí. Que irónico. 
Y mientras evocaba ese recuerdo me pregunté que haría si algún día nos encontráramos de nuevo. ¿Actuaríamos como si nada hubiese pasado? ¿ Nos ignoraríamos? ¿Nos saludaríamos cordialmente e intercambiaríamos como nos ha ido en la vida? ¿O simplemente nos saludaríamos desde lejos y dejaríamos que todo lo que vivimos flotará en el ambiente, y por unos instantes estaríamos viviendo ese pequeño microuniverso que es solo nuestro y que nos pertenece? ¿Qué haríamos? 

No lo vida esta llena de preguntas y respuestas hipotéticas, muy pocas veces tenemos la certeza de que las cosas "van bien" y nunca la tendremos sí las cosas pasaron porque "así tenía que ser" o simplemente lo hicieron de acuerdo a la ley de causa y efecto. Lo único que tenemos es una vida llena de hipotésis, tomando decisiones pero nunca sabiendo a ciencia cierta si eso fue lo mejor. Tal parece que a la vida le gusta desvelar un misterio para después sorprendernos con otro.

Yo a veces trato de responder a mis preguntas hipotéticas, como esta, que ha aparecido en mi mente, y me ha hecho divagar un poco. Pintó diferentes panoramas, pero lo cierto es que las cosas nunca pasan como las imaginas, porque hay tantos factores que son ajenos a ti. Y quizás la mera suposición de reencontrarnos no es más que una hipotésis, que quizás nunca se vuelva realidad.

jueves, 16 de julio de 2020

La familia darks

Cuando me llegan a preguntar como imagino mi futura familia, siempre viene a mi mente una imagen de la familia Addams. Creo que mi respuesta no es para nada una sorpresa, yo que soy darks, imagino una familia darks, y creo que ellos son una representación perfecta. La estética, la casa gótica y el toque de locura creo que reflejan bien lo que yo imagino. Ahora solo falta encontrar a mí Homero, así que dejaré esto por aquí, por si algún día se aparece por este blog y nos reconocemos como amor de nuestras vidas.


            






lunes, 13 de julio de 2020

Ya no hablamos

Como ya les había contado en entradas anterioes, este período de aislamiento social me ha puesto en modo reflexivo, y la verdad es que si me ha ayudado a darme cuenta de varias cosas sobre mi misma, y también ha estado modificando mi perspectiva en otras tantas. Una de ellas han sido mis "antiguas amistades", la verdad es que es parte de la vida e ir perdiendo contacto con algunas personas a lo largo del camino, supongo que es normal, porque la vida de cada persona va cambiando, y sus prioridades e ideas también lo hacen. Entonces llega un punto en el que te das cuentas en el que ya no tienen nada en común, y es mejor dar por terminado esas relaciones.

O a lo mejor soy yo, que estoy llegando a un punto de mi vida en la que ya no estoy interesada en invertir en amistades o relaciones que ya no me aporten nada, que no me hagan crecer como persona, o que me motiven, o que den otros puntos de vista. Sinceramente todo eso me da mucha flojera, el invertir tiempo y en energía en personas que no lo valoran o que no le ponen el mismo empeño es al final una pérdida, y no lo digo esto en un modo grosero, sino más bien es un modo comprensivo. Yo creo que en algún momento otras personas han considerado lo mismo conmigo, que nuestros puntos de vista o modo de vida es tan distinto que prácticamente no los culpo por romper relaciones conmigo o dejarme de hablar. Entonces lo que hice fue ponerme a eliminar contactos de mi facebook y de mi celular, algunos me dicen que los deje ahí como bulto, pero sinceramente yo no soy partidaria de eso, A veces la gente se fija en tu vida para tener tema de conversación, y pues eso no esta chido. 

Lo he mencionado mucho en este blog, y cerrar ciclos es un proceso importante que uno tiene que aprender, además de que soy de las que piensan que para que entren nuevas cosas a tu vida, tienes que dejar ir aquellas que ya no funcionan. 

La otra vez me puse a platicar con mis primas, de todo un poco, de política, de anécdotas, del pasado, del futuro y de un sinfín de cosas, y la plática se me hizo tan refrescante, porque eso de estar hablando de chismes o de los mismos temas de siempre se torna aburrido, así que cuando se discuten ideas, se me hace una conversación  más fresca. A veces creo que ya estoy envejeciendo y me estoy amargando. En fin, saludos!

viernes, 3 de julio de 2020

El poder de los recuerdos...


El día miércoles me dispuse a iniciar un curso que me indicaron por parte del trabajo. Me di cuenta de que necesitaba una libreta para tomar notas, y me dirigí hasta un anaquel donde tengo guardadas algunas que todavía tenían hojas en blanco y que podían reutilizarse, saqué una al azar y me di cuenta de que era una de las que había llevando durante la maestría en Gto, comencé a hojearla, y mientras lo hacía, como si fuéramos un par de clavadistas sincronizados, los recuerdos comenzaron a desbordarse por mi mente. Uno tras otro y sin parar, aparecían imágenes, imágenes muy breves pero muy claras de muchos momentos que viví allá. Para los que han leído este blog, sabrán que mi época en Gto fue un tanto tormentosa, así que nos les mentiré, sentí ganas de llorar, pero no lo hice. Pensé que quizás sería mejor idea y dejar los recuerdos donde pertenecían, guardados en ese anaquel. Sin embargo, porque una parte de mí me dijo que tenía que sobrellevarlo, junto con el presente, porque así sería por siempre.

Quizás el efecto fue así, dado un suceso que pasó un par de semanas. Es extraño como a veces, de la nada, tu pasado se vuelve a hacer presente, aunque realmente nunca nos deja del todo. Después vi la foto de un compañero que vive allá, y que puso una foto de la ciudad, resaltada por sus luces en la noche, preciosa, antigua, con el aire particular que la caracteriza. Juró que cuando vi esa foto podía sentirme ahí, de nuevo, como cuando vivía allá. Después, aprovechando la melancolía, me puse a escuchar canciones que me recordaban aquél tiempo, que a veces parece haber ocurrido hace muchísimos años, y otras tantas, parece haber ocurrido ayer.

Finalmente, como última idea nostálgica de la noche, se me ocurrió resucitar mi antiguo teléfono, aquél que me acompañó durante aquella etapa, y que se convirtió en un preciado tesoro. Quería recuperar mis recuerdos de forma palpable, así que me dije que el día de mañana lo intentaría. Y aquí estamos hoy, escribiendo esta entrada después del experimento. Lo conecté, y para mi sorpresa, prendió. Con un poco de nervios, y después de dar un profunda exhalación, accedí a él y comencé a buscar lo que quería. Y allí estaban, las fotos de esa época.... las miré un buen rato y me dije que ya no me parecía, eran imágenes de otra vida. Me pregunté como sería la vida de algunas personas que aparecían en esa foto, tres años no parece mucho tiempo y sin embargo a mí me parece que han transcurrido como mil. Las guardé en mi nuevo teléfono, a veces es bueno echarle una vista al pasado.

De repente me pongo a pensar que hubiese pasado si... como sería ahora? No lo sé, nadie lo sabe. O tal vez si, tal vez esa yo exista en un mundo paralelo, pero eso no puedo saberlo. A veces me parece extraño, como ciertos objetos tienen tanto poder sobre nosotros, es como si tuvieran la magia para revivir el pasado, o quizás seamos nosotros, imprimiendo esos recuerdos en ellos. 

Y es que hay noches llenas de recuerdos, hay noches en que el tiempo retrocede, y parece que puedes casi palparlos. Hay noches donde el poder de los recuerdos se hace presente.