jueves, 28 de mayo de 2015

Cigarrettes & Him...



A veces pienso en su existencia. Siendo honesta creo que ultimamente pienso demasiado en su existencia. Lo imagino tomando un café fuerte mientras lee un libro, con gesto concentrado. Lo imagino cuando mis amigas hablan de sus relaciones, y nos imagino haciendo todo tipo de aventuras locas, viajando, peleando, hablando... quizás tal vez sea normal depués de todo, pero me rehuso. Si, a veces pienso en él. Al final del día me siento, enciendo un cigarrillo, y me doy cuenta que soy una chica como todas. Suspiro.

Y es que bien lo dijo Bukowski "encuenta lo que amas y deja que te mate", jamás había escuchado tanta verdad en tan pocas palabras. Pienso en esa delgada línea que existe entre amor y destrucción, entre amar tanto que terminar consumido por eso amor, puede suceder eso? O es algo muy loco? No lo sé.

La soledad me ha vuelto un tanto incrédula en lo que respecta el amor. Estoy segura que en este lapso varias de mis amigas dirán "es por eso que no lo encuentras", y quizás tengan razón. No lo sé.

Le doy otra calada al cigarrillo y pienso que él también fuma, en el amor también hay que compartir ciertos vicios. Pienso en mis amigas casadas, y en las que están próximas a juntarse, y en las que estan comenzando una relación... y pienso que quizás sea tiempo de comprar un perro. Si, lo sé, estoy dramatizando. Quizás también influya eso, el sentirte alejada de tus amistades hace que sientas a la soledad expandirse, poco a poco...y pienso de nuevo en su existencia. Su existencia vaporosa, y pienso en la posibilidad de que no exista, de que sea solo un anhelo, un sueño lejano...

El cigarro se consume y la soledad vuelve a mí.

domingo, 24 de mayo de 2015

Booktime: "Perdida"

Hace un par de días terminé de leer "Perdida" de Gillian Flynn y debo decir que me gustó. Había leído muy buenas críticas de él y me animé a leerlo, y fué una buena elección. "Perdida" es el tipo de libro que me mantuvo pegada a la lectura, ansiando terminar un capítulo para poder seguir con el otro. En pocas palabras, "Perdida" trata sobre el matrimonio de Nick y Amy, y el hecho de que ésta última desaparece el día de su quinto aniversario de bodas. Miles de preguntas surgen, y todas las respuestas se van revelando poco a poco. "Perdida" habla más sobre el matrimonio de los protagonistas que de una investigación políciaca, pero no por eso es aburrida, al contrario una de las cosas que más me gustó del libro es el hecho de que te presenta la versión de los dos protagonistas, y en algún momento no puedes evitar ser "Equipo Amy o Equipo Nick", solo para darte cuenta que al final son dos personas con defectos, como todo mundo, por eso es importante entender la psicología de los personajes, cosa que describe muy bien Flynn.

Si tuviera que resumir la novela en una frase sería una misma que viene en el libro "Hay una diferencia entre querer de verdad a una persona y querer la idea que te has hecho de ella". Y esa es la frase que para mí, engloba todo lo que es "Perdida" y que me puso a pensar. Y es que a cuántos no nos sucede eso? Generalmente cuando conocemos a alguien siempre se muestra o nos mostramos agradables, porque quién no quiere impresionar a la otra persona? Nos ilusionamos, y nos enamoramos de lo que nosotros creemos que es la otra persona (o lo que desearíamos que fuera), "disculpamos" sus defectos pensando que seguramente a nuestro lado los podrá cambiar. Y así pasa el tiempo, se casan o viven juntos, y empeizan las discusiones, y empiezas a conocer el "otro lado" de tu pareja que no conocías. Y es entonces cuando todo cambia.

Y creo que ese es un gran problemas que todos tenemos. Cuántas personas no conozco que al principio de su relación se muestran acaramelados y felices para después terminar como dos desconocidos que no se pueden ver ni en pintura? Cuántas veces no hemos oído exclamar la frase "no era quien yo creía". Y es que el amor, en su forma más dulce y peligrosa nos nubla la vista. Pero que pasaría si desde el principio fuéramos más honestos y nos mostrámos tal y como somos? Diciendo que en verdad lo que detestamos, y el hecho decir como nos gustan las cosas?  Será que estaríamos solos? O tendríamos una relación más honesta?

Otra de las cosas que me llamó la atención fue el hecho de que pese a todas las cosas que pasan en la historia, la protagonista dice que su amor por su esposo es de eso que cala hasta los huesos, hasta el tuétano, para ser exactos, como un cáncer dulce. Y eso es peligroso. Pero no es eso lo que anhelamos todos? Un amor profundo? profundo hasta el tuétano? El problema es que, como dice la protagonista apunta, puede convertirse en cáncer. Muchos dirán que eso no es amor, que es obsesión, porque el amor no te asfixia. Y entonces viene la pregunta: cuál es entonces el límite del amor si se supone que el amor no tiene límites? Mmm.

Creo que "Perdida" nos invita a hacer una reflexión sobre el amor y el matrimonio y sus alcances. Tal vez el final no será del agrado de muchos, pero creo que la historia lo requiere que sea así.  Definitivamente lo recomiendo.

martes, 19 de mayo de 2015

La palabra con F...

El día de ayer publiqué un comentario en facebook sobre una publicación feminista o mejor dicho antifeminista que hizo uno de mis contactos. Antes solía comentar mis desacuerdos  con otros de mis contactos que publicaban, lo que a mí me parecía estados misóginos hacia el sexo femenino, lo que me hacía enfrascarme en largas discusiones, en las que no se porqué siempre teminaba mal parada, hasta que una de mis amigas me jaló las orejas y me dijo que no tenía sentido enfrascarme en peleas con gente con un punto de vista totalmente opuesto al mío. Y creo que tiene razón, sin embargo, a veces soy tan idealista, que no puedo evitar lo que a mí me parece correcto. En fin.

Lo que si puedo percibir es el hecho de que al menos en mi país, el feminismo no esta bien visto. Muchas personas tienen la idea (aún) de que las feministas son mujeres locas que creen ser una especie superior al hombre, cosa que es completamente equivocada. También he oído que cuando una mujer expresa que es "liberal" siempre lo toman como sinónimo de p***, y no tienen nada que ver lo uno con lo otro. Otro caso que me he encontrado es el de que algunas de mis conocias han sacrificado sus ideas feministas, solo para darle gusto al galán y adoptar el papel de esposa o novia abnegada al que tan acostumbrados están. 

Muchos hombres y mujeres piensan que el feminismo es lo contrario al machismo. Pero no. El feminismo busca una igualdad política, económica y social entre hombres y mujeres. Eso es todo, o acaso crees que es equitativo el sueldo que recibimos? acaso hay mujers con cargos importantes en el país (como presidenta, por ejemplo) en la política? aun crees que no nos discriminan cuando buscamos empleo y no nos contratan solo por el hecho de que podemos embarazarnos? Tal vez no, porque al no ser mujeres no han sufrido esto. Pero tal vez si sus hermanas, primas, sobrinas o hijas, en serio crees que es justo? Y aquí hago una pausa para preguntarles: que tiene de malo ser feminista? como les podrían explicar a sus hijas, hermanas, madres, esposas que injusto que haya igualdad?

Claro que ser iguales también requiere aportar en el hogar, y porqué no, dispararle la cita al novio. Incluye ir paradas en el autobús, trabajar, ser independientes.... y no solo ver el lado que nos conviene como mujeres. Pero el feminismo apenas parece entrar a la sociedad, como una revolución, pese a que lleva años gestandose (me preguntó si Emma Watson también la critican tanto). Ya lo dijo Madonna en una entrevista recientemente: "no lo creas todo, la lucha aun no ha terminado".


jueves, 14 de mayo de 2015

La dicotomía amor/soltería


Hace apróximadamente una semana tuve un sueño profético. O algo así. Tal vez solo sea mi subconsciente/inconsciente queriéndome decir algo. El sueño va algo así: soñé que estaba tomando terapia, si, yo acostada en el diván y toda la cosa, bajo la mirada desconcertada de mi psicologa, yo le decía que me sentía muy sola y que ya quería que me llegara "el amor de mi vida". La terapeuta me miró con cara un poco molesta y me pasó un sobre amarillo, de esos que son para guardar cosas importantes. Dentro había varias cartas, de mujeres que yo conocía y de otras que no, pero en todas ellas venía escrito el porqué desearían o deseaban volver a ser solteras, cada una de ellas con más razones de peso que la anterior. Había de todo: casadas, divorciadas, madres. Todas deseando libertad y me pareció conmoedor. Allí estaba yo quejándome de querer "encontrar al amor de mi vida" mientras esas mujeres ansiaban su soltería. Irónico. 

Me quedé pensando en el sueño durante todo el día, tratando de descifrarlo, analizando cada posible significado para mí. Pero al final no llegué a ninguna conclusión, a menos no a una que me satisfaciera. Recientemente fui a tomar café con una amiga y me contó que empezaba una relación con alguien, "lo que siempre había soñado" fueron más o menos sus palabras. Tuve sentimientos encontrados al escuchar tal revelación. No me malinterpreten, no es que no me diera gusto, por supuesto que sí, me siento muy feliz de que mi amiga haya encontrado a su media naranja. Pero una parte de mi mente me golpeó, pum! fue como un rayo: te estás quedando sola. Y es que siempre pensé que mis amigas (feministas) y yo, seríamos como una especie de ejército invencible (This is Sparta, alguien?) Pero parece que mi utopía parece menos factible cada día. 

Y es que, aunque no quiera reconocerlo, vivo en un país en el que no es aceptable la soltería permanente. Al final no importa que tan exitosa seas, ni cuánto dinero tengas, al final siempre se remonta a: de que te sirve todo eso si no tienes con quién compartirlo? y en este caso, el término aplicable es "esposo". No, no es bien visto y menos si eres mujer. Así que mientras las palabras de mi amiga se asentaban en mi cabeza y en mi estómago no pude evitar preguntarme: es eso todo lo que somos? Al final tienen razón en etiquetarnos como princesas desesperadas en busca del príncipe azul? Me rehuso, me rehuso, me rehuso.

Y no es que no crea en las relaciones, simplemente me cuesta mucho creer en ellas.Y es aquí donde mi yo feminista y mi yo cursi entran en debate: existe en verdad la media naranja? encontraremos a esa persona con la que compartiremos todo y seremos felices por siempre? Y hemos llegado al mehollo del asunto, sé que es precisamente ese pensamiento el que me aleja de todas mis posibilidades románticas, enigma resuelto. Tal vez soy un alma libre, "una chica de esas que necesita correr libremente hasta que encuentre (algún dia) a alguien tan salvaje con quien correr".

domingo, 10 de mayo de 2015

The Single Girl

Recientemente una de mis amigas me dijo que le parecería cool que estemos solteras después de los 30, a lá Sex and the City. Sin embargo una parte de mí, recibió el comentario con un dejo de nostalgia. Ya lo he dicho antes, pero creo que para fines aclaratorios de esta entrada voy a decirlo de nuevo: soy feminista, y creo que la felicidad debe depender de uno mismo y no de otra persona. El tener una relación (a mi punto de vista) debe incrementar tu felicidad y no depender de ella.

Entonces porque sentí ese dejo de nostalgia? Quizás porque estoy en un punto en el que quisiera tener una relación.Admitirlo me cuesta, pero no hacerlo me consume. Y ver a todas mis amigas emparejánsode me hace sentir como el bicho raro de la pandilla. Sí suena tonto e inmaduro, lo sé, me lo he reprochado a mi misma últimamemente seguida de la frase "pasará cuando tenga que pasar", y trato de hacer diez exhalaciones.  Sí, lo sé, suena dramático. 

En fin, no sé, tal vez sea de esos raros experimentos de la natureleza que empiezan con un "que pasaría si?...". Tal vez sea la pre-crisis de los treinta o el hecho de que soy parte de una sociedad que no ve con buenos ojos que las chicas no tengan un esposo e hijos. No sé. 

Tal vez lo mío sea la soledad, y no le admitido. Pero creo que es tiempo de dejar de flagelarme e ir por unos cosmos. Feliz día chicas solteras!


martes, 5 de mayo de 2015

La pelea...

Y mientras discutíamos me percaté de ello. No, no había sido de él toda la culpa de que nuestra amistad terminara, yo también tenía fallas, cosas que no había dicho, y cosas que había y no había hecho. Una parte de mí quería ser la heroína de la historia, pero en la vida real, sabemos que no hay heroés ni villanos, todos nos movemos en colores grises. 

Siempre he creído que cuando una relación acaba, la culpa (o como le querían llamar) es de las dos personas. Ambos fallaran en algo, es inevitable, somos humanos. Pero nos cuesta trabajo ver nuestras fallas, nuestra mente trata de combatir nuestra tristeza y dolor mostándonos todas las cosas buenas que hicimos en la relación, es una reacción natural. Es un momento en el que nuestra realidad se desdibuja y da paso al caos. No hay otra cosa que seamos capaces de sentir, y el dolor como el amor puede cegarnos. Conforme el tiempo pasa y nuestra  mente vuelve a su cauce, podemos percibir nuestros errores y defectos, nuestras fallas y entonces la visión se vuelve un poco más clara, pero quizá menos agradable.

Y pensé en el porque nuestra amistad había fallado. Al principio solo pensaba en sus errores y en el hecho de porque él no podía cambiar. Yo quise hacerlo, pero no pude. Y al final quise que él cambiara. Si algo que he aprendido, y que suele decir constatemente, es el hecho de que una persona no puede cambiar a otra, puede inspirarle a que cambie, pero la acción, el querer cambiar siempre debe salir de uno mismo. Esperar que alguien cambie porque tu lo deseas es pérdida de tiempo. Y eso no podía intenderlo, mis propias palabras se desahacían en mi boca. 

También había fallas en la comunicación, él siempre me tenía adivinando y yo llegué al punto en el que no toleraba más adivinanzas. Siempre en desacuardo, siempre discutiendo, siempre queriendolo hacer que viera las cosas desde mi perspectiva. Y eso simplemente es demasiado complicado. Se me olvidó de nuevo que ponerse los zapatos de alguien, o hacer que alguien se ponga los tuyos, es algo complicado porque nunca te quedarán a la medida. 

Y llegó el punto en el que desistí. Y no es no hablemos, pero ya no como antes. Suenan extrañas esas palabras en mi cabeza "como antes", el equivalente a decir "en los tiempos felices". Y quizá algún día volvamos a concordar, como antes, pero creo que por ahora no es el momento. Estamos separados, y no solo es distancia medida en metros, sino algo más allá, pensamientos,  vida, madurez, sentimientos. Estamos a destiempo. Y pienso que a destiempo se ha vueto un término repetitivo en mi vida, quizás el reloj me intenta decir algo... quizás algún día coincidamos.

sábado, 2 de mayo de 2015

Pensamientos revueltos

Ayer me acordé de él. Pero no en un plan romántico ni mucho menos. Una pregunta cruzó mi mente: Lo volveré a ver? Pero ya no con la esperanza de tengamos una historia de amor, sino más bien por curiosidad. Pienso que será de su vida, si es feliz con ella, en qué trabaja, que hace los domingos? Sí todo eso pasa por mi mente. Habrá algunos que me dirán que revise su face, pero no es tan simple, él no es de los que tiene face. Sí, por increíble que parezca. No sé si algún día nos toparemos, ni mi reacción si eso llegara a ocurrir, se lo dejo al destino.

Y hablando del destino, porqué será que vemos señales donde no las hay? y las que son pasan desapercibidas para nosotros. Sí, sé que esto de la interpretación no es nada fácil, y que nunca estaremos 100% seguros de haber interpretado algo bien, pero porqué es tan complicado? Rayos, quisiera que hubiera un curso de verano en el que te ensañaran, sería muy útil. 

Camino a casa, pienso en mi amigo, y en el hecho de que ya no somos amigos. Y cada vez puedo percibir más la fractura entre nosotros, ensánchandose, como esos grandes bloques de hielo cuando se separan y cada uno toma su camino. Cierro los ojos y pienso: él y yo ya no somos amigos. A veces debo recordarme a mi misma que debo usar la conjugación en pasado con respecto a él. Tal vez suene duro decirlo, pero cada vez creo más que nunca lo fuimos. Ambos nos juzgamos demasiado, basándonos en percepciones equivocadas el uno del otro. Eso quiero decir que realmente no nos conocíamos mucho. 

Mi cabeza es un nudo gigantesco que no consigo desenredar aún. No del todo. Pero sé que tengo que hacerlo, es el camino al cambio.