viernes, 30 de noviembre de 2018

A propósito de Queen...




Voy hacer una entrada poser. Sí quizás después de que la lean creerán que soy la más poser de la posers pero esta bien porque saben. estoy en mood zen, así que escribamos. Voy a iniciar diciendo que yo no soy de las que creen que escuchar cierto tipo de música te hace superior a otro tipo de gente. Creo más bien que la música debe disfrutarse dependiendo del contexto en el que te encuentres, pero esa es mi humilde opinión. Dicho esto, voy a decir que a mí desde antes de la ya muy popular película Bohemian Rhapsody ya me gustaba Queen. Si seguramente algunos pensaron "sí, claro" ó "eso dice porque ahora se volvió popular" "otra que se cree única y diferente", pero saben que #whatever y sigamos escribiendo. Les voy a relatar como fui que me volvía fan de Queen.

Para eso tenemos que retroceder algunos años. Recuerdo que un día estaba sola en mi casa y mi madre me pidió que hiciera el aseo, yo tendrías unos catorce o quince años, más o menos, y me dispuse a realizar lo que mi señora madre me indicó. La neta, yo no puedo hacer aseo sin música, para mí uno no existe sin el otro, no sé, es algo raro. Realmente necesito estar inspirada para hacerlo, y hacerlo bien, con ganas, como toda una doña. Ya pues, me estoy divagando. Bueno, resulta que fui a buscar algo de música entre los discos de mi padre. Cabe mencionar que mi padre, siendo de la vieja escuela, es un ávido coleccionista de CD'S. Entonces me puse a buscar entre la pila, buscando algo que me motivara. De repente un cd llamó mi atención. Tenía grabado un diseño elaborado en la portada, imponente y para mí, en aquél entonces, algo cute. Me recordaba algo heráldico.  Debajo del diseño estaban impresas cinco letras: QUEEN. La verdad es que a mi parecer el diseño y el título encajaban bien y mi mente solo dijo: ponlo y veamos qué sucede. 

Coloqué el disco en el estéreo y sonó una canción conocida. Era "We will rock you", y yo dij: Hey! Yo conozca esa rola!" Empecé con el quehacer con todo el mood rockero y la buena actitud. Para cuando llegué a "I want to break free" yo ya tenía el trapeador en la mano y lo usaba como micrófono. En serio, por mi mente solo pasaba: ¿Porqué rayos no había escuchado esta música antes? ¿Qué rayos me pasa? Neta, es que yo era bien popera a esa edad. Los backstreet boys eran mis crush y tenía los cd's de la Britney Spears. Pero fue, en ese momento, en el que tomé el trapeador y canté que me volví fan. Ahora si queda en ustedes considerarme o no una poser.

¿Qué si me gustó la película? Diría que regular. Creo que la última escena del concierto vale la pena. Lo demás raya en lo mas o menos. Si nunca han escuchado a Queen, lo cual dudo pero por si acaso, por favor hagánlo, pueden que terminen bailando y cantando con el trapeador. Si alguien gusta recomendarme algún grupo en especial adelante que mis oídos siempre están en busca de nueva música.  Gracias por leerme. #WeAreTheChampionsOfTheWorld

martes, 20 de noviembre de 2018

Back to balance


Después de meses de depresión siento que por fin he vuelto a un estado de balance. Haciendo una retrospectiva hacia lo que fue este año ( y añadiendo que no fue para nada lo que me esperaba) puedo decir que me siento muy distinta. Antier, mientras esperaba el taxi para reunirme con unos amigos pensé en que definitivamente ya no soy la misma chica de antes, y quizás eso solía molestarme un poco hasta hace unos meses todavía, pero después de meditar y sobre todo, aceptar, he decidido darle la bienvenida a mi nueva yo. No, no es que ya use el pelo rosa y que soy una persona con una personalidad totalmente nueva pero si hay cosas distintas en mí, sobre todo en mi manera de pensar y en ciertas perspectivas que yo tenía.

Me di cuenta que en muchas cosas estaba equivocada, que por muchas cosas que te duelan la vida debe seguir, que cosas que pensaba que no iba a superar si lo he hecho y que te todas esas experiencias me han ayudado a moldear nuevas ideas y a crear nuevos pensamientos. Ahora me siento tranquila. No voy a decir que todo es maravilloso pero nada es perfecto, y sin embargo, después de muuuuuuucho tiempo estoy tranquila con eso.

Estoy agradecida por las personas que aún permanecen en mi vida, y que han estado ahí para mí, escuchando toda mi sarta de tonterías que a veces digo, y también para darme zapes de vez en cuando. A las personas que han tomado caminos distintos les deseo lo mejor. 

Ya no voy a decir que nunca pasará algo porque si algo aprendí es que no puedes dar por sentado absolutamente nada. La vida te sorprende y es precisamente ahí dónde radica el misterio. Viendo hacia el futuro, la única palabra que pasa por mi mente es "crear" (una de mis favoritas) y espero que esa sea la palabra del 2019. 

Creo que también debemos aprender o aceptar que el balance va y viene, forma parte de nuestra dualidad humana. Se va moviendo junto con nuestras experiencias y cada vez que regresamos a él también va cambiando junto con nosotros. Habrá ocasiones en que incluso debemos arriesgarnos a perderlo. Quizás ahí radique su belleza . 

No sé cuanto tiempo dure pero mientras tanto hay que aprender a disfrutarlo. Namaste.

jueves, 15 de noviembre de 2018

El año de los corazones rotos...


Este ha sido el año de los corazones rotos. Lo digo porque es lo que veo a mi alrededor, salvo por dos amigas, quizás, todo mi círculo de amigas ha pasado por esta difícil etapa. Llámenlo señal o coincidencia, pero es como si todas nos estuviéramos alineando en busca de una mejora personal, de una autosanación, en busca de una mejor versión de nosotras mismas.

Sin embargo, el hecho de ver a chicas tan buenas con el corazón roto me hace cuestionarme a la humanidad misma. El verlas tristes también me pone triste, y el verlas decididas a mejorarse ellas mismas por y para ellas me hacen sentirme motivada y hacerlo también. Y al mismo tiempo me hace reconectarme con esa parte humana que tenemos que nos hace querer compartir con alguien nuestra vida, tener un compañer@ de vida, y construir momentos perdurables. Es algo arraigado que tenemos, que traemos, casi casi biológico.

Creo que fue un año difícil en términos sentimentales, algunas relaciones terminaron y otras no se concretaron. Así es la vida. A veces creo que cada vez que se nos rompe el corazón se nos revela una nueva parte de nosotros mismos, y tenemos ese momento para darnos cuentas y cambiar, o pasarlo desapercibido y continuar igual, eso ya es una cuestión personal.

Ojalá que el siguiente año sea mejor, que no haya tantos corazones rotos. ¡Porque al final que sería de la vida sin esos musos  y que sería de este blog!. En fin, tan solo deseo que el siguiente año encontremos a nuestro Mark Darcy. Cheers!


sábado, 10 de noviembre de 2018

"Cita" fallida...




Me estuve paseando por los rincones de mi mente buscando un tema sobre el cual escribir, ya que los anteriores estuvieron un poco nostálgicos. No sé si es porque ando corta de inspiración, o porque ahorita vida se ha vuelto un tanto rutinaria, o si hay algo más,  pero me he alejado un poco del blog. Quizás aun estoy poniendo mi mente en orden y pues eso lleva su tiempo. Sin embargo, volvamos al tema.

Hace un par de meses  tuve algo así como una cita. Voy a omitir muchos detalles porque no creo que sean relevantes para este post. Diré que el chico me caía bien, y al menos la plática era fluida. Era la segunda vez que salíamos y todo iba relativamente bien. Surgió la plática de mis antiguos trabajamos y comenté que a una de mis ex-jefas no le gustaba mi forma de vestir (todo eso es un drama que requeriría una serie de entradas, así que lo resumiré diciendo que no teníamos buena relación) y que ahora en mi nuevo trabajo cuidaba mi imagen. Decir eso bastó para que el chavo exclamara" ah! eres de esas!" yo me saqué de onda por su comentario. Por mi mente pasó exactamente la frase "que rayos significa eso?", es fecha que no lo sé pero usaremos esta entrada para debatir. Cabe mencionar que después de esta segunda "cita" o que yo ya mejor la llamo "reunión" no volvimos a salir ni hablar. 

Realmente no entiendo el comentario del chico pero yo les daré mis hipótesis (si ustedes sí, por favor ilustrénme), así que aquí vamos: 
Me pregunto si el hecho de que una mujer diga que cuida su imagen ya la hace automáticamente una mujer superficial que no tiene nada en la cabeza. Si, es así, vaya, no puedo creer que estemos en pleno siglo XXI y que aún sigamos con esa mentalidad. No quiero convertir esta entrada en un manifiesto feminista pero ese comentario me remite a una sociedad de hace 100 años o más quizás. Y me hace recordar los prejuicios que siguen latentes en nuestra sociedad. Yo decidí tomar la crítica de mi ex-jefa de manera constructiva y pensar un poco más en mi imagen como parte de mi trabajo, porque al fin y al cabo, es algo importante. Lo cierto es que las mujeres somos (y tal parece que seguimos siendo) juzgadas por nuestra imagen. El arreglarnos nos convierte en personas vacías que solo pensamos en los distintos tonos de labiales pero que parece nunca hemos leído una obra de Shakespeare,  y si no nos arreglamos somos unas fodongas que quién sabe que tanto hacemos que no tenemos tiempo para hacerlo. De ambas formas, parece que salimos perdiendo.

Aun somos clasificadas, separadas en estándares de lo que podemos ser y hacer y lo que no. Aun nos falta mucho por evolucionar. En fin paro aquí porque si no está entrada sería muy larga. Si algún gusta aconsejarme un tema sobre el cual escribir será tomando en cuenta, así no me devano los sesos rebuscando uno en mi mente. Saludos!

viernes, 2 de noviembre de 2018

Kintsukuroi


En la entrada anterior hablé sobre como el dolor estaba permeando mis ideas, modificándolas y transformándolas. Y entonces me tope en el internet sobre la técnica japonesa denominada "Kintsukuroi", la cual según la página que investigué, tiene como fondo la siguiente filosofía:

"consiste en reparar objetos rotos rellenando sus grietas con oro o plata. En lugar de ocultar los defectos, éstos se acentúan y se celebran, ya que son la prueba de la imperfección y la fragilidad de las cosas, pero también de la resiliencia, la capacidad para sobrevivir, recuperarse y hacerse más fuerte."

Entonces me hizo pensar en como, después de haber pasado por algo doloroso o algo que nos "rompe" podemos volvernos a forjarnos de una manera nueva, más fuerte. No volvemos a ser lo mismos, el dolor trae consigo un cambio inherente que sacude nuestra composición misma, moviendo hasta nuestros átomos para transformarnos en algo distinto. Para sanar debemos dejar que cicatricen las heridas, y aunque cierran, esa cicatriz es un recordatorio de aquellas cosas que hemos vivido y nos han marcado. 

Estoy tratando de volver a mi estado de equilibrio, aunque yo siempre me he inclinado más por el caos. No sé, a veces tengo la sensación de que mis moléculas no pueden permanecer quietas por mucho tiempo, quizás sea algo natural. Ahora puedo decir que aquello que me dolía, ya no lo hace tanto, es más hay días en que pasa completamente desapercibido. Y eso me devuelve un poco la tranquilidad.

Espero escribir algo más coherente próximamente. Aun tengo los pensamientos un poco dispersos. Feliz puente.