lunes, 29 de abril de 2019

Dejar Ir...


Hace rato, mientras estaba mirando videos en You Tube, me teletransporté mentalmente a aquel momento en el autobús en el cual yo iba a marcharme,  fue cuando pensé que una de las lecciones más difíciles y más sabias de la vida, que he aprendido es el dejar ir. Rememoré justo ese momento, porque creo que es la imagen que mejor describe esta lección de vida. 

Cada vez que me he subido a un autobús para marcharme hacia otro lugar, siempre he tenido que dejar algo, ya sean amistades, familia, comodidades, trabajo, rutinas, amores y también he dejado una parte de mi misma en aquél lugar. Desprenderte de todo eso es doloroso, y siempre que estoy en uno de esos lugares en los que he vivido no puedo evitar pensar en aquellas personas que no puedo ver tan a menudo, en cuanto los extraño, y en todos los momentos que hemos pasado juntos. 

Y sin embargo creo que ese desprendimiento, ese "dejar ir" me ha enseñado ha valorar más la vida, a apreciar más los momentos y darme cuenta que es mucho mejor coleccionar buenos recuerdos que coleccionar cosas materiales. Que "dejar ir" es doloroso pero también aprendes, vaya que aprendes. Te das cuentas de que los momentos son fugaces, y que las circunstancias de la vida son tan cambiantes, tan azarosas (o tal vez no pero eso no lo sabemos) que siempre pueden llevarte por caminos que nunca pensaste. Claro, el saberlo no lo hace menos doloroso, aunque quizás si un poco más llevadero.

Aunque el "dejar ir" no solo aplica para aquellas cosas que queremos, sino aquellas a las que nos aferramos, a ese "exceso de equipaje" que a veces no nos deja avanzar pero que insistimos en cargar, pero llega un punto en el cual, nos damos cuenta de que si nos liberamos de él podremos viajar más ligeros y crearemos un nuevo espacio para que lleguen nuevas historias a ocuparlo.

Aún no se cuanto  estaré en el lugar en el que estoy, si solo sea hasta mañana y pasado todo cambie, o si será más tiempo, o a dónde me llevará el camino en los próximos meses, pero lo que si sé, es que ese día, tendré que dejar ir.

martes, 23 de abril de 2019

Regresé a facebook...


Saludos, lectores.
Vamos a continuar con la entrada anterior. Voy a empezar por contarles que volví a reactivar mi facebook. Lo hice porque la semana pasada, de la nada, me surgieron las ganas de entrar a ver como era la vida ahí. Antes, de continuar, quizás debería explicar un poco más porque me fui.

En septiembre del año pasado, decidí que era tiempo de tomarme un retiro virtual. Mi imagen pública (si ya sé que eso suena muy creído, pero es que, facebook es realmente una imagen pública de nosotros, donde generalmente compartimos solo aquello que deseamos que la gente vea) ya estaba muy desgastada. Después de publicar un sinfín de estados "emo", cosas x. memes y estupideces me di cuenta de que esa imagen pública mía ya no me estaba agradando. Esa es una cosa.

Otra cuestión era, que había situaciones con las que ya no quería lidiar. Varias de esas "situaciones" eran ideas mías que me hacían sentir incómoda o depresiva, y eso definitivamente no era bueno. Esas ideas que yo estaba creando, eran una cuestión que yo tenía que resolver, y que necesitaba que ya no me afectaran tanto.

La última y, que va aunada un poco a la anterior, es que, desafortunadamente, por cuestiones de la vida, hay personas con las que ya no podía seguir manteniendo una amistad virtual. Y es que realmente, en la vida real, no teníamos, o no tenemos mejor dicho, ninguna comunicación. Aclaro que no es que esas personas me caigan mal, porque realmente no es así, al final era, creo yo, es una forma de partir caminos.

Así que después de pasar todo ese tiempo pensando, meditando, reflexionando, etc., decidí reactivarlo y confrontar esas situaciones (ven este momento me acuerdo de la serie que les platiqué y de la pastilla C). Sin embargo, he de decir, que me siento extraña en ese facebook, es como si fuera parte de mi versión pasada y siento que ahí, por lo menos, todo ha permanecido igual, que nada ha cambiado, pero creo que yo si, y no me siento muy motivada a entrar ahí y compartir cosas, creo que para mi ya no es lo mismo. De hecho, he evitado, consultar la cuenta desde mi celular porque sé que entre más a la mano la tenga, comenzaré a entrar aunque sea solo por ocio.

He pensado que quizá, me gustaría renovar ese facebook, en poner cosas nuevas, pero la verdad es que también, al menos por ahora, no le encuentro mucho sentido a ello. Quizás sea una cuestión que solo el tiempo dirá. 

Quizás parezca una tontería o algo banal, pero realmente siento que el haber realizado este pequeño movimiento, he podido confrontar cosas y situaciones que no quería. En fin, es tiempo se seguir adelante.
 See you later, alligators.


miércoles, 17 de abril de 2019

Episodio post-depresivo


Recientemente vi una seria en Netflix llamada "Maniac", creo que en el momento que la vi era perfecta para mi mood depresivo, porque esa serie es bien depresiva, y todo el mundo que pintan ahí es tan depresivo que a mí me parecía tan real y hermoso al mismo tiempo. Ok, creo que ya utilicé mucho la palabra "depresivo".

No voy a escribir de qué trata la serie porque la neta luego me revuelvo y luego creo que la esencia del show no queda bien plasmada, así que mejor búsquenla en San Google, seguro encontrarán una página con una sinopsis chida. Bueno, regresemos al tema. Uno de los puntos que más me llamó la atención de la serie es que en ella, los protagonistas van como voluntarios a un estudio psicológico/farmacológico que les ayudará a superar su mayor trauma. Para eso, tienen que tomar tres pastillas: la A (por Agonía, y la que te hace "revivir" tu mayor trauma"), la B (que es la de comportamiento) y la C (Confrontación). Se supone que al concluir el tratamiento tienes una especie de liberación y puedes seguir con tu vida. 

Lo que me llamó la atención de la series, es que pensándolo un poco mejor creo que las pastillas representan o muestran un paralelismo en la forma en como nosotros afrontamos situaciones que muchas veces pueden ser dolorosas para nosotros. Primero tenemos la etapa del dolor, después esa situación nos lleva a un "ajuste" o un cambio en nuestro comportamiento, y a veces, llegamos a la parte de la Confrontación. Digo a veces, porque no siempre podemos o queremos lidiar con esa situación. Parte del proceso de liberación es tener que confrontar aquello que en su momento te causó dolor.

Fue entonces cuando empecé a encontrar paralelismos con mi propia situación. Me di cuenta, que yo aún, a estas alturas, estaba estancada en la fase B, donde yo había puesto barreras para que esa situación no me molestara, o no me causara tristeza, pero al fin y al cabo, siempre estaba en mi subconsciente, relegada, esperando a que yo me descuidara, a que los escudos que la mantenían aislada de bajaran para que volviera a salir, y fué ahí, cuando entré en mi episodio depresivo.

Claro, todo esto lo pienso ahora que siento que he logrado pasarlo pero en el momento no percataba de nada de esto. Durante mi episodio, me puse a pensar en si en verdad logramos superar las cosas, o solo nos acostumbramos al dolor, y los sobrellevamos, lo cual me lleva a pensar en que si es así, como se ve afectada toda la bioquímica de nuestro cerebro. 

Quizás si podemos superar las cosas pero conlleva un proceso de tiempo, que a veces puede extenderse demasiado, o tanto como queramos mientras no deseemos confrontar esa situación. 
Creo que he llegado a la fase C, pero de eso hablaré en mi próxima entrada. Ustedes que opinan? Han visto la serie?

Saludos.

sábado, 13 de abril de 2019

Update: Post episodio depresivo


Saludos,
Después de un episodio depresivo que duró casi un mes, he decidido volver a postear en el blog. Para comenzar, debor decirles que ya me siento mucho mejor, y le agradezco a mi mente el muy buen trabajo que está haciendo en mantener a la depresión en la raya. Sin embargo, aún así, tengo mis antenitas bien colocadas por si vuelvo a sentirme así. 

Estas últimas semanas  he hecho bastante trabajo reflexivo. Aprovecharé los temas en los que he pensado para compartirlo en el blog y escuchar su opinión. También, hice un proceso de liberación que me ha hecho sentirme más ligera, y menos triste, creo que en cierta manera, la tristeza que sentía provenía de sentimientos y pensamientos que no dejaba ir, y que no lograba comprender que ya no me funcionaban, que no me hacían bien, que eran parte del pasado, y que no podía seguir viviendo ahí, y que también, hiciera lo que hiciera, yo no podía arreglarlo, porque ya no quedaba en mí.Así que ahora trato de enfocarme en aquellas cosas que dependen de mí, y sentirme mejor es una de ellas. 

Les cuento también, que he estado leyendo un libro bien chido llamado "Las puertas de la percepción" de Aldous Huxley, y que me ha hecho pensar en varias cosas, y me ha puesto otras perspectivas que yo no había pensado. Si ya lo leyeron díganme qué les pareció, y si no, se los recomiendo. Ya les hablaré de él pronto.

Algo bueno que surgió de este "episodio depresivo" es que me trajo un proceso de liberación y que también me ha vuelto a recordar y a disfrutar las pequeñas cosas de la vida. En serio, últimamente me siento muy contenta, y las cosas y los detalles más simples me hacen muy feliz. Si alguien que lea este blog, se siente triste o cree que esta pasando por una depresión, les aliento en que busquen ayuda y que va a pasar, pero es un proceso, que conlleva tiempo y disposición. 

Gracias por leer este blog.