jueves, 22 de febrero de 2018

Cataclismos...


De vez en cuando todos necesitamos un cataclismo, algo que nos remueva hasta los cimientos la existencia para que podemos cambiar, para que podamos ser mejores personas. Claro, el paso por el cataclismo no será fácil, será tan complicado que probablemente una parte de nosotros se pierda en él, y es por eso que al salir seremos diferentes. Los cataclismos se pueden presentar de diferentes formas, pueden ser situaciones o personas, incluso pueden ser ambas.

Ahora mismo siento que yo estoy pasando por uno, y no sé que vaya pasar después de él. Eso si, aunque aún no se cuales serán las consecuencias sé que no seré la misma una vez que haya terminado. Lo que puedo decir por el momento es que me esta costando mucho, y me esta sacudiendo a lo grande. En estos momentos ni siquiera puedo reconocerme.

Lo que sí puedo decir es que ya lo veía venir, notaba poco a poco, como empezaba a subir la marea. Notaba como poco a poco el agua me iba llegando al cuello pero aún así lo dejé venir, no hice nada por detenerlo. Deje que me hundiera por completo. Quizás era necesario.

Ha sido duro, y aunque ahorita ni yo misma sé quien soy y mucho menos quién seré, sé que este acontecimiento me ha llevado a explorar lados de mi que no conocía. Me ha ayudado a juzgar menos y entender más, me ha hecho tragarme mis palabras, y sé que el día en que alguien me pida un consejo, meditaré bien lo que salga de mi boca. 

Sé también, que una parte de mí se irá con el cataclismo. Sé que aunque vuelva a reconstruirme quedarán algunas grietas, quizás queden por siempre o quizás puedan ser resanadas. Sólo el tiempo lo dirá. Sé que en un futuro agradeceré por este cataclismo, sé que lo tomaré como una enseñanza de vida. 

Tal vez los cataclismos sean la forma que tiene la vida que es hora de cambiar, de decirnos que no debemos estar en tal lugar, o con ciertas personas porque simplemente eso no es para nosotros. Quizás venga algo mejor, eso solo el tiempo lo dirá.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Untitled (XVI)...


Alguna vez me dijiste que no creías en las relaciones a larga distancia. Ese día mi corazón se quebró y fue una de las razones por las que, después, no te busqué. 
Ahora te veo feliz con ella, y ahora es, cuando, desafortunadamente, me arrepiento. No puedo evitar en lo que pudo haber sido, en lo que pudimos haber sido. Oh amor, que historia hubiéramos escrito. 

Imágenes inventadas, creadas en mi memoria, transcurren por mi mente, atormentándome. Pensándote, queriéndote, suspirándote, imaginándote. Y aun recuerdo tus palabras, escritas "pero nunca quisiste venir". Me mataron. Fue entonces cuando supe que hubo, alguna vez, esperanza, y ahora ya no hay ninguna.

Te veo feliz, y creo que, en cierta forma, debía consolarme. Mi corazón me dice que ya no debería quererte, mi mente me dice que es mejor dejarte ir, pero es que soy muy testaruda. Mírame ahora, escribiéndote, extrañándote, recordándote, incluso cuando ya sé que no hay remedio, aún cuando sé que ya eres de otra.

Te me has convertido en pecado, porque te deseo, aunque no puedas ser mío. Quisiera poder besar tus labios, tener la dulce dicha de probar la miel que emana de ellos, ser quemada por el roce de tu tacto, y consumirme debajo de ti. Pero eso ya no se puede, verdad amor? Es una pena que el tiempo no se pueda volver atrás.

No sé si algún día volvamos a toparnos, aunque en eso se consuma mi ferviente anhelo, tan solo déjame tenerte por este día. Tan sólo déjame decirte que te quiero.




domingo, 11 de febrero de 2018

Cuando me vaya


Ayer, mientras caminaba hacia mi casa comencé a pensar en como sería cuando ya no nos viéramos. Que pasaría cuando ya estuviéramos lejos y cada quién continuara con su camino. La vida nunca se detiene y seguramente todo pasará a ser un recuerdo, pero ¿que no sucede así con todo? Quizás la despedida sea dura, y tal vez más cerca de lo esperado, pero así es la vida, llena de desconciertos, de sorpresas inesperadas, de nuevos comienzos y de aventuras que nos aguardan. 

Pienso que, cuando me vaya, me condenarás al olvido y eso, en cierta forma, me hace sentir triste, Y es que ya ni siquiera aplico a un lugar en tu corazón porque ya descubrí que no se puede, ahora aplico a un lugar en tu memoria. 

Pienso también, en que quizá algún día nos reencontremos. Quizá. Entonces seremos diferentes, tal vez, porque no siempre eso sucede, creo que al final el cambio es una decisión personal. Si eres feliz a mí me bastará. El saber que has conseguido todo lo que anhelabas me hará sentir feliz porque sé que tú también lo serás.

Te extrañaré, sin duda lo haré. Sé que al principio, las horas se me harán eternas sin tu presencia, tal como ahora, en este preciso momento, en el que no puedo verte, ni tocarte, ni estar cerca de ti. Sé que el tiempo es relativo, y que las horas sumadas que pasamos juntos jamás me serán suficientes para llenar aquellas en las que ya no estarás, en las que tu presencia será algo lejano.

Me quedaré con el recuerdo de los buenos momentos, los malos sé que los desecharé, dejarán de interesarme, porque de nada sirve recordar aquello que te hace mal, o al menos así pienso. Me llevaré el sabor de tus labios, el recuerdo del roce de tu piel, el sonido de tu voz, pero sobre todo tus inconfundibles e irrepetibles miradas. Esas las guardaré por siempre en mi memoria. Quizás hasta sonría cuando alguien haga algún gesto parecido a los tuyos. 

Al final nada es para siempre, ni nosotros, ni lo nuestro. Al final solo somos instantes que vivimos, y en serio que junto a ti pasé muy buenos instantes. Y si algún día, por azares del destino me necesitas, solo llámame, no importa la hora, estaré ahí. Te extrañaré demasiado, más de lo que he podido expresar en estas líneas.

XOXO,
M. Haner

sábado, 3 de febrero de 2018

Te pienso demasiado...


Últimamente te pienso demasiado.
Quizás más de lo que debería, probablemente más de lo que te merezcas.
Últimamente te pienso demasiado,
Se me va la vida en suspiros que te dedico.
En las noches cuando mi mente vuela hacia ti y me pregunto qué estarás haciendo exactamente en ese momento.
últimamente te pienso demasiado,
Revivo nuestros recuerdos mientras se me  corta la respiración y se me acelera el corazón
al recordar aquellos instantes en los que fui tuya.
Últimamente te pienso demasiado,
Y siento una punzada en el corazón al decir tu nombre,
mientras me fumo un cigarro y escribo estas líneas.
Últimamente te pienso demasiado,
y me preguntó como será la vida cuando ya no te vea
cuando te vayas o me vaya,
si nos olvidaremos o nos reencontraremos.
Últimamente te pienso demasiado,
y aunque no quisiera, también pienso si eres feliz a su lado.
Sí así es, sé que me sentiré feliz, algún día.
Últimamente te pienso demasiado,
tanto, que hasta te apareces en mis sueños,
el único lugar dónde puedo tenerte.
últimamente te pienso demasiado,
tanto, que imagino que existimos en un mundo alternativo.
Que allá, en aquél lugar, somos felices.
Allá en aquél lugar escapamos al tiempo.
Allá en aquél lugar si puedo amarte.