viernes, 19 de septiembre de 2014

Inicia el viaje...


 Mientras caminaba hacia el gym, iba pensando en que quisiera irme a trabajar fuera de mi ciudad (de nuevo), pronto la desesperación se apoderó de mí y pensé que lo quería YA. Pensaba que cuando llegaría esa oportunidad y el solo hecho de pensar que al menos hasta el próximo año estaría en esta ciudad me puso más ansiosa. Y entonces me imaginé yendo en la carretera, buscando el lugar a donde yo perteneciera, con personas que me entiendieran, como esas utopías que te venden en las películas. 

Después pensé que quizá yo estaba equivocada, porque quizá no exista ese lugar allá fuera. ¿Que tal si ese lugar esta dentro de cada uno de nosotros? pero, ¿como lo reconoceríamos? 
Quizás ese lugar es donde nos sentirmos seguros y a salvo, donde somos felices y donde nada puede herirnos, donde encontramos valor y sin miedo, y nos sentimos con la voluntad de lograr todo lo que nos proponemos. Donde nos sentimos amados. Donde somos libres.Quizás ese lugar no es un espacio físico, sino un lugar en nuestra mente, y quizás perdemos demasiado tiempo búscandolo fuera de nosotros.

Y quizás para llegar a ese lugar debamos de deshacernos de muchas cosas que cargamos, y que hemos guardado y que nos impiden encontrar ese lugar maravilloso. 

Revisé ese pensamiento varias veces. Y lo uní a varios puntos de mi vida en los que pensaba que había encontrado ese "lugar feliz", sin embargo, siempre era una feicidad momentánea, que después de un tiempo se consumía como el fuego en una hoguera. Y tal vez por eso me sentía desesperada de no poder moverme y trasladarme hacia ese lugar feliz que tanto anhelaba.

Y ahora es cuestión de encontrar ese lugar. Inicia el viaje.

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