jueves, 24 de marzo de 2016

Uno de esos días...

Hoy es uno de esas veces en que me acuerdo demasiado de ti. Si ya lo he escrito otras veces. También sé que no has leído ni una de ellas y que a veces parece que le escribo al espacio vacío. Y quizás así sea, porque a ese espacio le faltas tú, y yo termino escribiéndole a tu ausencia. Es un gaje del oficio, escribir sobre nuestros recuerdos, y entre ellos estás tú, a veces ya no sé si para bien o para mal, pero lo estás. Incluso, mientras escribo esto, escucho las canciones que me hacen pensar en ti, y siento que raya entre lo patético y lo nostálgico, entre esas combinaciones bizarras que suele tener la vida.

Y la vida está llena de ironías, como el hecho de que yo te extrañe y tu no. O como el hecho de que tes escriba y tu no lo leas. O el más triste de todos, que yo te recuerde y tu no me dediques ni siquiera un pensamiento. Sí, la vida esta llena de ironías. Tal vez ya ni siquiera me recuerdes, pero yo a veces camino pensando en ti. Me pregunto que pasaría si nos volviéramos a topar, aún me reconocerías? 

Quizás no tenga caso volver a escribirte. Pero cuando escucho tu nombre no puedo evitar pensarte. Y lo más ilógico era que estando juntos todo era tan complicado, era una imposibilidad, de esas con las que a veces te topas, y que aunque pienses en todas las soluciones, y apliques todas las fórmulas matemáticas que conozcas, simplemente no se pueden resolver. Así éramos.

Y ahora estamos en diferentes lugares, aunque a mí me parecen distintas galaxias. Quizás nosotros éramos una ironía misma. Y tantas interrogantes que surgen en mi cabeza, siempre acompañadas del imposible "hubiera", incluyéndonos, sin respuesta, flotando en el espacio. 

Hoy es uno de esos días en que pienso mucho en ti, y aunque tu recuerdo este lleno de ironías hay una certeza, es uno de esos días en que mi melancolía tiene destinatario.


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