lunes, 14 de marzo de 2016

Apologize...

"No voy a pedirte una disculpa para que te sientas grande" fue la frase que escuché de un conocido mientras manteníamos una discusión. Las palabras me sorprendieron, y un mes después aún siguen flotando en mi mente. Realmente, no he podido comprender que diga algo así, pero también me puso a pensar cuántas personas tendrán la misma idea?

Disculparse no es fácil. Aceptar los propios errores y reconocer que metimos la pata requiere de un gran trabajo de introspección. La mayoría de nosotros no reacciona en el momento cuando cometemos una falta, porque estamos cegados por nuestra propia razón, y requiere de un par de días o a veces hasta años para que llevemos a cabo una reflexión y admitamos que nos equivocamos. Sin embargo, aún cuando hemos realizado esto, no siempre nos disculpamos, y me pregunto a que se deberá?

A nosotros los humanos nos domina nuestra ego, vivimos desde nuestra perspectiva de las cosas, creyendo que siempre (o casi siempre) hacemos lo correcto. Así que cuando metemos la pata nos toma un poco de tiempo procesar la información, aceptarla y pedir una disculpa. Sin embargo, muchas veces pensamos que nuestra equivocación y el admitir ese error hará que la otra persona se sienta más grande, con más razón o creyendo ser mejor personas. Y eso no nos gusta, no nos gusta el sentirnos menos, el sentir que perdimos, el sentirnos menos. Pero esa no es la finalidad de una disculpa, muchas veces herimos a las personas sin estar conscientes de ello, y una disculpa debería buscar la paz entre dos personas. No digo que eso resolverá los problemas que tengan, pero al menos habrá paz.

A veces, sucede que tardamos demasiado, pasa mucho tiempo antes de que aceptemos que hemos cometido un error, y se nos va la vida en ello. Lo descartamos, lo ponemos en un rincón de nuestra mente y lo dejamos allí, para no pensarlo. Pero sabemos que no esta bien. Nuestra mente lentamente nos hace saber que la hemos regado y que debemos disculparnos, pero nuestro ego se interpone y nos hace soltar frases como la que me dijo mi conocido.

Creo que aún nos falta mucho por evolucionar, y por entender tantas cosas. Pero a veces es necesario tomarse un respiro y reflexionar un poco, ver más allá. A veces no disculparnos nos puede costar tanto. No dejemos que el ego nos impida estar con aquellos que queremos o que no podamos vivir buenos momentos por causa del enojo. Lo sé, somos humanos, y nada ni nadie cambia de la noche a la mañana, todo es cuestión de tiempo. 

Pace & love.


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