sábado, 4 de julio de 2015

En la FILA...


 El día de ayer participe en un evento local conocido como FILA, que es una feria del libro que se organiza cada año en la ciudad donde vivo. Es la primera vez que participo en algo así y debo decir que estaba sumamente nerviosa. Nunca antes había leído mis escritos ante un público que no fueran personas conocidas y eso me hacía sentir aterrorizada. Cuando me sentaron en el panel y vi las sillas colocadas a mi alrededor mi dieron ganas de huir, me había convertido en presa del pánico escénico, pero por algún motivo, algo me mantuvo pegada al asiento.
La primera lectura fue la más difícil, me temblaban las manos y noté que el folder se movía a causa de mi nerviosismo, pero en cuanto terminé tuve una sensación liberadora. La segunda vez fue mucho más fácil. Y así de rápido se me fue el evento. De la nada, una persona  del público se acercó a decirme que le había gustado lo que escribí. Fue una sensación muy bonita, y que en verdad aprecié. 
Fue una experiencia nueva para mí, una meta, y me da gusto el haber participado. Siento que he dado un paso más. Sin más preámbulo voy a postear uno de los textos que leí el día de ayer:



Amor cuántico
Últimamente he pensado en el amor en términos cuánticos. Sí, lo sé suena un poco raro. La física cuántica o mecánica cuántica es  (según wikipedia) aquella que "describe cómo en cualquier sistema físico –y por tanto, en todo el universo– existe una diversa multiplicidad de estados, los cuales habiendo sido descritos mediante ecuaciones matemáticas por los físicos, son denominados estados cuánticos."
Es cierto, el amor no se puede explicar por ecuaciones matemáticas ni físicas, aunque hay una variedad de reacciones químicas que se acercan a una explicación científica del amor. Tal vez para algunos esto no tiene ni tendrá sentido, ¿pero que es el amor más si no mas que una mutiplicidad de estados? Y es que podemos sentir una variedad de cosas a la vez: alegría, tristeza, melancolía, felicidad, éxtasis, placer, celos, obsesión… Y es que el amor y la física cuántica son un tanto complicados. O tal vez es porque muchos no sabemos nada de física cuántica...aunque pensándolo bien acaso sabemos algo sobre el amor?

Sobra decir que hay muchos estudiosos en ambas áreas. A diario los científicos quieren descubrir los enigmas del universo, y a diario los poetas y escritores nos desvelamos plasmando nuestras teorías sobre teorías sobre el amor, pero al final ambos siguen siendo un misterio. 

Tal vez nosotros, las personas solo seamos partículas elementales,  que se mueven en tiempo y espacio. Y nos unimos con otras a través del amor, y entonces tenemos la capacidad que tienen las partículas elementales, creamos un nuevo mundo, resplandeciente y maravilloso basado en el amor. Como cuando las moléculas se unen para formar nuevos elementos y compuestos. Tal vez el amor es la fuerza de cohesión que nos mantiene unidos.

Quizás solo intento buscarle una respuesta lógica a algo que nunca lo tendrá, convertir en tangible algo que no puede serlo. Cuantificar lo incuantificable, ¿pero acaso no queremos todos saber eso? Con la famosa oración: dime cuánto me amas. Y queremos escuchar una respuesta, números, una frase, aunque sea un cliché, que nos cuantifique el amor. Quizás todos estemos equivocados o seriamente confundidos. Pero no responder esa pregunta se puede tornar en un asunto complicado y es en ese momento de lucidez cuando deseamos que hubiera una fórmula que nos pudiera cuantificar los sentimientos, pero eso no sería antiromántico? Una respuesta aproximada sería: mi amor por ti es de 1×106, si suena muy romántico.

Entonces ¿por qué insistimos en cuantificar al amor? Simplemente no se puede. Solo ocurre, boom! De repente y sin avisar, es un choque que origina todo un nuevo universo como las partículas elementales. Como responder algo tan complicado? Cada quién tiene una respuesta distinta, la mía sería más o menos así, en términos simples:

El amor son todas las poesías que te he escrito y que nunca has leído.
Son todas las noches en desvelo que he pasado en tu nombre. Tu sin saberlo, duermes plácidamente en tu cama, mientras las estrellas sobre ti alumbran tu sueño.
Son todas las veces que has cruzado mi pensamiento, en un día, en una semana, en un año, en la vida.
Son todos los sueños en los que te he visto, deslumbrante.
Son todas las veces en que te he tomado de la mano y suspirado en tu nombre.
Son todas las veces que he tocado tu cuerpo y explotamos al unísono.
Son todas las veces en que hemos estado en silencio, y en las que hemos hablado de cosas banales.
Son todas las veces en las que hemos discutido y después terminamos en un beso.
Son todas las veces en que he tenido que descifrarte, pero no me molesta, porque siempre supe que serías un misterio permanente.
Son todas los momentos en que hemos estado juntos, buenos y malos, porque el amor esta hecho de ambos no solo de los primeros.
Son todas las veces en que nos hemos despedido y nos hemos reencontrado.
Son todas las veces en las que me has roto el corazón, inclusive aquellas veces en las que no te molestaste en repararlo.
Son todas las veces que derrame lágrimas.
Todas las veces que te cociné, que te preparé un café.
Son todos los abrazos que te di, que nos dimos.
Son todos los días en que has estado ausente, pero que de alguna forma estás presente.

Incluso hoy, súmale una vez más.

Suma todo lo que te he dicho y obtendrás una respuesta, no se si cuantificable, pero una respuesta. Y no sé si sea suficiente.

Científicamente podría decirte que ni combinándose todas las partículas elementales podría cuantificarse el amor. Y aquí es donde se termina mi teoría cuántica del amor porque una vez alguien me dijo que el amor no puede explicarse, solo se siente.
 

2 comentarios:

  1. ¿Que te digo? me encanto por demás la suma de todas las veces, y las NO veces tambien... Tu eterna fan: YO jajajajajaja

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    1. Muchas gracias OP, tu siempre me impulsas a echarle más ganas! Gracias por tus comentarios, en serio los aprecio muchísimo!

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