martes, 7 de julio de 2015

En la FILA: Part 2


 En el post pasado había comentado que en el vento en el que participé, llamado FILA, leí dos textos de mi autoría, este es el segundo. No pude ponerle un título porque nunca encontre uno que me gustara ni que lograra homogenizarlo, sin embargo acepto sugerencias ;)



Parte I. La Búsqueda

Escribo para encontrarte, mentiría si dijera que hay otra razón. Me gusta pensar que a través de este idioma inventado,  improvisado, tú puedes entenderme.

Me gusta pensar que algún día todos los versos, los poemas y las cartas tendrán, por fin, un destinatario. Me gusta creer que cada una de mis palabras, letra por letra, te llega al corazón, como una dulce melodía. Más no hay certeza en nada de esto, y eso lo sé.


He emprendido una búsqueda quijotesca para encontrarte, pero sin éxito. Tanto fracasar me ha llevado a la conclusión de que quizá este equivocada.  Me he embarcado en una búsqueda del amor sin darme cuenta que éste no puede buscarse ni encontrarse, el amor solo ocurre. Debería saberlo, pero a veces sucumbo a la desesperación de hallarte, a la probabilidad de qué mientras salgo a caminar por las tardes, nos topemos. 


Ya lo había dicho Cortázar “Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” Cuanta razón tiene.

Se nos ha olvidado que el amor no puede encontrarse porque no es un objeto perdido, ni tampoco algo que puede elegirse por libre albedrío, ocurre así sin más, hasta que un día te golpea, como si  fuera un choqué eléctrico que te devuelve a la vida, y te das cuenta de que estas enamorado. Y eso lo cambia todo.


Existe un antes y un después de estar enamorado. El amor, como todas las fuerzas de la naturaleza, misteriosas, maravillosas y terribles, transforman a las personas que lo viven, por eso es que nunca salimos igual que como llegamos de una historia de amor.


Quizá lo más sensato que podemos decir es que no hay explicación para el amor, ni siquiera la física cuántica, o las reacciones químicas, tampoco importa cuánto me desvele tratando de encontrarle lógica. A veces creo que el amor es solo una serie de coincidencias. Una alineación improbable de los planetas que le ocurre a ciertas personas de vez en cuando. Aunque nosotros creamos lo contrario. Por eso nos lanzamos, con nuestras alas remendadas y el corazón roto pero aún latiendo para encontrar a esa persona que nos haga volar.


Encontrar. Sigo usando esa palabra. Como si eso fuera a acercarlo más.  Vamos de nuevo, usando el método de ensayo y error porqué ese es el que hemos aprendido.  Es el “método para encontrar el amor”, como si fuera una caza del tesoro. Pero no me crean mucho, solo estoy divagando.


Las ideas vienen y van, alejándose y acercándose, mientras intento hilvanar los párrafos de este texto. Hay una idea permanente, latente, dentro de mi cabeza. Y es precisamente esa loca idea, esa improbabilidad de la búsqueda lo que me lleva a pensar, a crear y a creer que puedo encontrarle. El amor siempre con sus ideas ilógicas.  Y es por esto que cree nuestro idioma, para que algún día podamos coincidir. Para que dejemos de ser dos extraños, para ser algo más que encuentros y desencuentros en el tiempo.



Aun estás lejos lo sé, pero quizás algún día nuestros caminos se crucen.

Algún día ocurrirán las coincidencias que nos unirán en el tiempo correcto.

Algún día los planetas se alinearan sobre nosotros y podré estrechar tu mano.

Algún día despertare en tus brazos.

Algún veremos cometas bajo el mismo cielo.

Algún día probaré tus besos.

Algún día caminaremos por la arena y mojaremos los pies en el mar.

Algún día escucharas las poesías y los versos que te escribí.

Algún día sabrás que estas palabras fueron concebidas solo para ti.

Mientras tanto seremos cuerpos celestes, extraviados, esperando chocar. Somos como el big bang.



Parte II. El encuentro

A veces pienso si fue una coincidencia cósmica encontrarte.

O señal del destino.

Tú y yo éramos materia, átomos y moléculas

Hasta que nos enamoramos.

Sumida en la oscuridad me hallaba,

Y tú, cual cometa, llegaste, iluminándome.

Amor cósmico,  choque de planetas,

Así somos tú y yo.

En la noche nos encontramos

Bajo la cálida luz de las estrellas, nos besamos.

Siento tu luz, deslumbrándome

Y yo que era oscuridad, me ilumino contigo.

La luna nos cobija bajo su manto

Pasando las horas

Cual si fueran años

Desde ahora el día y la noche

Se fundirán en una sola

Eterna vida contigo.

Puedo escuchar nuestros latidos, acompasados

Big bang, resonando por el universo

Mi reflejo en tus ojos

Contemplo galaxias

Después de un largo viaje

Por fin coincidimos

Amor ahora es tiempo, nuestro tiempo

Desde ahora el día y la noche

Se fundirán en una sola

Eterna vida contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario