viernes, 2 de noviembre de 2018

Kintsukuroi


En la entrada anterior hablé sobre como el dolor estaba permeando mis ideas, modificándolas y transformándolas. Y entonces me tope en el internet sobre la técnica japonesa denominada "Kintsukuroi", la cual según la página que investigué, tiene como fondo la siguiente filosofía:

"consiste en reparar objetos rotos rellenando sus grietas con oro o plata. En lugar de ocultar los defectos, éstos se acentúan y se celebran, ya que son la prueba de la imperfección y la fragilidad de las cosas, pero también de la resiliencia, la capacidad para sobrevivir, recuperarse y hacerse más fuerte."

Entonces me hizo pensar en como, después de haber pasado por algo doloroso o algo que nos "rompe" podemos volvernos a forjarnos de una manera nueva, más fuerte. No volvemos a ser lo mismos, el dolor trae consigo un cambio inherente que sacude nuestra composición misma, moviendo hasta nuestros átomos para transformarnos en algo distinto. Para sanar debemos dejar que cicatricen las heridas, y aunque cierran, esa cicatriz es un recordatorio de aquellas cosas que hemos vivido y nos han marcado. 

Estoy tratando de volver a mi estado de equilibrio, aunque yo siempre me he inclinado más por el caos. No sé, a veces tengo la sensación de que mis moléculas no pueden permanecer quietas por mucho tiempo, quizás sea algo natural. Ahora puedo decir que aquello que me dolía, ya no lo hace tanto, es más hay días en que pasa completamente desapercibido. Y eso me devuelve un poco la tranquilidad.

Espero escribir algo más coherente próximamente. Aun tengo los pensamientos un poco dispersos. Feliz puente.

1 comentario:

  1. Uh qué caray, cuando empiece a disfrutar la vida nos avisa hahaha, anímese y espero ver una entrada en la que nos cuente cosas bien cotorras o más alegres, ánimo comadre!.

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