sábado, 3 de septiembre de 2016

Work of Fiction: Hechizada...

Nos abrazamos, pero sentí que este no era como los otros. Había una especie de expectativa alrededor de nosotros, como si todo eso que no habíamos querido decirnos estuviera a punto de estallar. Yo quería estar cerca de él una vez más, aunque sea por un instante.

La ansiedad y los nervios me carcomían. Tenía tantas ganas de tener su cuerpo cerca del mío. La sola idea me hizo sentir un vuelco en el estómago.

Nos abrazamos y en cuanto chocó su cuerpo con el mío sentí un choque eléctrico recorrerme el cuerpo. En en se momento me di cuenta de que lo deseaba más de lo que me gustaría admitir. El olor de su perfume me erizó la piel, esperé que él no lo notara,

Sabía que esta sería la ultima vez que lo tendría así de cerca, y que quizá después pasaría mucho tiempo antes de volver a vernos. La idea me aterró. Había tantas cosas que no le había dicho, que nunca pude decirle por falta de valentía, por miedo al rechazo y ahora ya no había tiempo. Me reproché el haber sido tan cobarde. Suspiré.

Llegó el momento de soltarnos. Observé sus ojos café. Un atisbo de valentía se asomo en mi mente, empujándome a decir todas aquellas cosas que había estado evitando.

-Yo...- empecé.

El choqué de sus labios con los míos me detuvo de inmediato. Mi cerebro se paralizó y entonces reaccioné de la única manera que se me ocurrió hacerlo, también lo besé. Con cada instante que pasaba el beso se convertía en algo salvaje, se iba transformando poco a poco en deseo, como la suma de todos los besos que no nos habíamos dado.

Me sujeté a su cuello y dejé que su boca se aveturara por mi cuello y mi pecho. No quería pensar e nada más, tan solo en su boca y en las reacciones que me provocaba. Me empujó sobre la pared y me volvió a besar. Yo sentía que me derretía. Nunca había tenido esa sensación. Me sentía como hechizada, con cada beso mi cuerpo decía bajo su encanto.

Quería decirle que no se fuera, que se quedara y que yo estaría con él por siempre, bajo hechizo, Pero las palabras no salieron de mi boca. Sus manos se deslizaron por los tirantes de mi vestido, bajándolos. Cuando sentí su boca en mis senos, gemí.

Lo jalé hacia mí y me hundí en el olor de su perfume, dejé que me hipnotizara como si estuviera bajo el efecto de alguna droga. Besé su cuello. Agarró mi trasero y colocó mis piernas alrededor de cadera. Yo sentía demasiado calor, no sabía si era el lugar, el hecho de que todavía llevaba puesto el abrigo de piel o lo que estábamos haciendo. Tal vez era la combinación de todo eso.

Mi boca empezaba a tener sed pero alejé ese pensamiento porque solo quería concentrarme en este momento. Una sensación me sacó de mis pensamientos, como cuando te despiertas de repente. Escuché su respiración entrecortada en mi oído, enterré mis uñas en su espalda. Me hundí en un espiral borroso presa de todas las sensaciones que él me provocaba.

Sentí que ambos nos habíamos liberado, que nos habíamos dicho sin palabras todo lo que habíamos guardado durante tanto tiempo. No sabía que pasaría entre nosotros, pero si estaba segura de que quería seguir bajo su hechizo.

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Nota: Esta es una historia de ficción, cualquier parecido con la realidad o la surrealidad es pura coincidencia.

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