martes, 17 de septiembre de 2019

La inestable


Recientemente estuve manteniendo una conversación con una conocida, y no recuerdo porqué, pero en la plática salió que ella quería cambiar su lugar de residencia. Yo le dije que lo hiciera, que era chido vivir en otros lugares, y le mencioné los lugares donde yo había tenido la oportunidad de haber pasado un rato de mi vida, a lo que ella respondió "quisiera ser como tú". Desde ese momento y hasta la fecha, esas cuatro palabras me han removido algo dentro. Me entró un poco de tristeza, un poco de nostalgia, y también un poco de desesperación.

Algo que muchos me han criticado y otros me han aplaudido es precisamente eso de andar viviendo como nómada en diferentes lugares. Y digo que la opinión esta divida porque mientras unos lo ven como una experiencia aventurera e  interesante, la contraparte me dice que ya debería volverme estable y quedarme en un solo sitio. Y es entonces cuando yo me pongo a pensar, y quizás ambas partes tengan algo de razón. A veces yo misma me digo que ya es tiempo de dejar de andar de aquí para allá y establecerme, ser una persona normal y hacer lo que las personas normales hacen.

Y luego esta mi otra parte, mi yo rebelde, la cual se rehúsa a aceptar eso. Eso de establecerse y seguir una rutina por el resto de mi vida se me hace algo tremendamente aburrido. Siento que no va conmigo. Es por eso que las palabras de la chica repercutieron tanto en mí, como si se me hubiese hecho un torbellino dentro, y entonces pensé "esa soy yo".

Quizás sea que me siento así en parte también por mi situación actual. Quizá estoy huyendo de esa parte estable, porque al parecer he alcanzado un punto de estabilidad en mi vida y creo eso hace tambalear mi equilibrio. Pero de éso ya les hablaré en otra entrada. Lo cierto es, que creo yo, que eso de la estabilidad lo supe desde hace mucho, creo que desde que era una niña supe que la rutina y la estabilidad no eran para mí, pero cada vez que lo discuto con alguien siento que no lo entienden. 

Yo espero que esta sensación sea temporal, y que mi nuevo trabajo, al cual me siento "atada" en verdad haga lo contrario y me quite las ataduras que tengo o que solía tener, quiero pensar que en algún momento dejaré de sentirme así y comenzaré a sentirme libre. 

Espero que se entienda mi punto, porque la entrada no quedó redactada como lo tenía en mi mente. En fin, a los lectores que pasen por aquí, les deseo un buen día.

sábado, 7 de septiembre de 2019

El acoso...

Hace algunas entradas les platiqué sobre la vez que me acosó un taxista, aunque desafortunadamente esa no ha sido la única ocasión pero si la más reciente. Hace poco, una de mis primas, que tiene quince años, nos platicó que también había sido acosada en el transporte público, y la neta me indignó. Yo la veo como una niña todavía, y me molesta muchísimo que este tipo de situaciones se presenten, y lo más lamentable, es que se presenta todo los días y con chicas que son mucho más jóvenes.

Me preocupa que todavía en pleno siglo XXI, la sociedad aun normalice el acoso. Si te quejas, estas sobre reaccionando, te llaman dramática porque estás haciendo "un pancho" de "algo normal". Mi prima se asustó y pensó que el sujeto la seguiría y yo me puse a pensar cuantas veces no hemos pensado así todas en algún momento. Y lo más triste que pensé, es que no sería la última vez.

La sociedad nos ha dicho que es nuestra responsabilidad cuidarnos pero tal parece que han olvidado que todo eso nace por la falta de educación. La sociedad ha culpado  al sexo femenino por vestir de x manera, o de "no saberse comportar", y hace caso omiso de cual es el verdadero problema. No importa la manera en que te vistas, puedes ir en tremendas fachas y aún así ser acosada.

Ayer estaba leyendo que la cantante Billie Eilish expresó que ella vestía de la manera en que lo hace para no ser sexualizada por los medios, por eso es que utiliza ropa holgada, y también para que no juzguen su cuerpo. En pleno siglo XXI y las mujeres tienen que ingeniárselas para lidiar con algo que no debería formar parte de nuestra sociedad, que cosa tan jodida.

Las soluciones que ha creado la sociedad son, por ejemplo, los vagones para mujeres, o los taxis para mujeres (que aún no se si sigan, pero había) y aunque es una alternativa, esa no va a eliminar el verdadero meollo del asunto. A veces creo que lo único que hace es crear una segregación.

No sé si algún día podamos salir de casa sin sentirnos acosadas, yo esperó que algún día, más que una utopía sea una realidad.

domingo, 1 de septiembre de 2019

La Dieta...


Hace algunos años yo sufría de sobrepeso, no es que ahorita sea una barbie precisamente, pero si es muy notable la diferencia. Haciendo una retrospectiva de aquella época puedo darme cuenta ahora de que la comida era (y sigue siendo) un refugio para mí. Siempre que me sentía triste recurría a ella para sentirme un poquito feliz, y digo un poquito, porque todos sabemos que hay un trasfondo más grande. También el poder percibir esto, me hizo darme cuenta de que llevo años lidiando con la depresión, y de que tengo subidas y bajas. Esto me hace darme cuenta en lo mucho que tengo que aplicarme para poder liberarme de ella, pero ese es tema para otra entrada.

Sinceramente, no baje de peso por voluntad propia. Una vez fui a comer a un restaurant popular de mi ciudad y terminé intoxicada. Me sentí super mal, tardé días para que recuperarme y después vino algo que cambio mi vida: la dieta. Fui a consulta con la alergóloga, y me prohibió comer infinidad un montón de cosas, les juro que por poco pierdo los estribos. La lista me parecía interminable y con cada alimento que nombraba yo pensaba "¿acaso  esta loca? ¿que no quiere que coma? voy a morirme de hambre" de verdad, cuando llegó al último rogué que mi madre me detuviera porque estaba a punto de subirme al escritorio y estrangularla con mis manos.  Salí del consultorio pensando que obviamente no iba a seguir esa horrible dieta pero Dios, estaba muy equivocada.

La primera vez que probé mi primer alimento de mi nueva dieta sentí muchísima ira. En serio, me comí mi plato mientras odiaba a toda la humanidad. Después, pase a la tristeza, al cabo de unos días, y veía con nostalgia los pastelitos de chocolate y la coca cola, y en serio que me sentía MISERABLE. Sentía que me habían quitado una parte muy importante de mí, y en cierto grado así era, me quitaron una de las cosas que me hacía feliz, o al menos así lo veía yo.

Al cabo de un mes, mi punto de vista cambió. Comencé a ver cambios en mi cuerpo y me di cuenta que había perdido peso, me sentía mejor, con mucha más energía y una autoestima renovada. Comencé a pensar que quizá la dieta no era tan mala, y comencé a hacer ejercicio. Me inscribí al gym y me pasaba dos horas ahí, llevada por una energía que yo desconocía. Pasó otro mes y los resultados me gustaban cada vez más. Comencé a extrañar cada vez menos los pastelillos de chocolate, las galletas y la coca cola, y cada vez que llegaba a comer algo que realmente me gustaba mucho o una de estas comidas chatarra, en verdad lo disfrutaba. Sentía que cada vez que mordía un Gansito llegaba al paraíso. Empecé a creer que quizá esta nueva forma de comer me estaba enseñando algo nuevo. La mayor parte del tiempo comía alimentos sanos, que no me gustaban tanto como aquellos atiborrados de azúcar, pero que no estaban tan mal, y valoré más aquellas veces en que podía regalarme un antojo, y disfrutaba y extendía ese pequeño momento lo más que podía, cada vez que me daba el chance de comer un postre, una gran felicidad se esparcía dentro de mí, pero ya no era como antes, como cuando me refugiaba en ella en mis ratos tristes, sino que esta vez era mucho más consciente de mi felicidad y ya no volvía a mis ratos tristes.

Pero cuál es el punto de todo esto que les estoy contando? Recientemente acabo de pasar por un gran cambio en mi vida,  y me siento un poco así, como cuando inicié la dieta, miserable. Extraño mucho mi ciudad, porque donde estoy ahora todo es muy diferente y me siento como una extraña, pero espero que al igual que esa vez, espero que poco a poco vaya cambiando mi perspectiva y me sentir. Pensaré que cada vez que tenga la oportunidad de ir a mi ciudad será como comerme un chocolate, un pequeño momento de paraíso, que disfrutaré y que voy a valorar más, tratando de extender el tiempo un poco más, quizás, hasta el infinito.

sábado, 24 de agosto de 2019

La narrativa de la vida...


Hace tiempo vi un video en YouTube sobre estas famosas conferencias de TED que me dejó pensando. En ella, la oradora, hablaba sobre como la búsqueda de la felicidad puede llegar a sentirse como algo estresante, o ansioso, en vez de hacernos sentir precisamente eso, feliz. Ella sugiere que hay algo más en esta vida que ser feliz, y eso es hallar el significado de tu vida, y para ellos menciona cuatro pilares "el pertenecimiento, el propósito, trascender y el último es la capacidad de crear historias pero no cualquier historia, sino la historia de tu propia vida". Este último punto es el que me dejó pensando.

Es muy cierto que hay poder en las palabras y en como las usemos, las podemos usar para relacionarnos unos con otros, compartir cosas, y tratarnos con respeto y cariño, pero también las podemos usar para herir, violentar o humillar, a otras personas e incluso esto lo llegamos a aplicar a nosotros mismos. Nosotros somos los encargados de crear la narrativa de nuestra historia, la narrativa de nuestra vida. Siempre he pensando que la vida es un conjunto de anécdotas y hechos que nosotros nos vamos recordando, que nosotros contamos, ya sea a alguien más o a nosotros mismos, y es precisamente esa narrativa la que nos hace sentirnos orgullosos o deprimidos de nuestra vida. Nosotros componemos la historia de nuestra vida y esa historia que nos decimos la que le da sentido a nuestra realidad, y esa realidad la vamos moldeando una y otra vez, con las historias que vamos creando a través de momentos, y las palabras tomar forma en nuestra cabeza. Por eso la realidad es subjetiva. 

No podemos negar el inmenso poder que tiene nuestra mente. Lo que nos decimos a nosotros mismos, es lo que vamos creyendo que somos, y esos pensamientos son los que nos van construyendo o destruyendo. Somos los creadores de nuestras propias historias, y cada quién ve su historia de una manera distinta. 

Pienso en esto porque la vida me ha presentado un cambio, un cambio que no esperaba (aclaro, no es un bb, por si es lo que están pensando) es un cambio laboral que no veía venir y que me ha cimbrado todo. Por el momento me siento dudosa sobre la decisión que tomé, si fue lo mejor o no, y siento un remolino interno. Siento miedo, y tristeza. No he parado de llorar.  Y sin embargo, mientras escribo estas líneas me doy cuenta de que tengo la capacidad de moldear esa historia, de transformarla con mis palabras, de moldear mi realidad. Y también de cambiarla.

Aquí les dejo el link del video por si lo quieren checar: https://www.youtube.com/watch?v=y9Trdafp83U

Me despido con esta frase del filosófo Séneca: "La vida es como una leyenda, no importa que sea larga, sino que esté bien narrada".

martes, 20 de agosto de 2019

BFF


La neta estoy sumamente agradecida por los amigos que tengo. Y es que no puedo dejar de pensar en qué agradezco infinitamente que mis amigos estén ahí en mis ratos depresivos, aguantándome. Porque los que me han acompañado durante estos períodos saben que mi estado de ánimo es pésimo, y que me suelo hundir en ellos bastante cañón, y sin embargo, ahí están, escuchando mi perorata de cosas una y otra vez. Y no solo me escuchan, sino que me aconsejan, o me animan, o me abrazan. No me juzgan. Me muestran que hay más cosas que la depresión. Me terapean, o están un rato conmigo para que no me sienta tan triste. O llaman para checar como estoy, y agradezco que estén ahí, al pie del cañón, acompañándome.  Se la rifan.  Gracias totales.




jueves, 8 de agosto de 2019

A él no le gustas tanto...




Creo que necesito un asesor para estas cosas del corazón. Es que la neta, soy bien p#"!$%* para ese tipo de cosas. Hay veces en que los chicos me "lanzan señales" para decirme que les agrado pero a veces soy tan despistada que no las capto, de verdad, no las capto y suelen pensar que me hago la que no se da cuenta o que soy una mamona que no se quiere dar cuenta (y en verdad que si soy muy despistada, en todos los campos de la vida, pero en fin,  he tratado de estar más alerta con el paso del tiempo, aunque no se si ha funcionado), total, uno siempre queda mal parada. Pero también tenemos el otro punto, en el que me quieren ver la cara de estúpida, y eso pos no esta chido. 

La neta me gustaría tener un amigo, y digo amigo, porque aunque adoro el consejo de mis amigas, creo que los hombres son más fríos a la hora de darte un consejo. Aparte de que ellos conocen las benditas "señales" que se supone yo debo de reconocer, o también les es más fácil decirte cuando  otro hombre te está viendo la cara de estúpida. Porque la neta, las mujeres siempre estamos justificando todo, "que si a lo mejor esto... que si a lo mejor aquello" y quizá siempre lo hacemos por no romperle el corazón a la amiga o incluso a nosotras mismas. 

¿Han visto ustedes la película de "A él no les gustas tanto"? Bueno esa película trata sobre relaciones amorosas, y en una de ellas, hay un tipo que aconseja a una chava, y le dice "este vato la neta no quiere nada contigo" y yo quisiera un amigo así, que me lo dijera. De veras que me ahorrarían bastante tiempo, lágrimas, ilusiones, corajes y hasta corazones rotos. 

Quisiera que llegara mi amigo y me dijera "Ey, reacciona. Lo cierto es que a él no le gustas tanto". En fin,  ojalá un día lo encuentre.

jueves, 1 de agosto de 2019

Rumbo a mi versión 3.2

Siempre que se aproxima mi cumpleaños entro como en una especie de autoreflexión, aunque este período ya va para largo, creo que desde Mayo entre en esa etapa de reflexionar sobre mi vida. Aunque siento que esta vez se ha tornado muy raro, quizás porque siento como un déjà vu de lo que viví en el 2017, cuando un cambio se aproximaba y sentía como se revolvía dentro de mí. Ahora mismo siento algo de eso, un cambio se aproxima y no me siento muy segura de como me siento al respecto. A veces feliz, a veces triste. A veces simplemente no quiero saber nada de nada.

También, cuando se aproxima me cumpleaños, me da por hacerme cambios de look. Si, ya sé que suena un poco trillado, pero la neta es una especie de ritual personal para dejar lo pasado atrás e iniciar con una "yo" diferente, no se si me estoy explicando, pero bueno. El punto es que se me antoja un cambio de look y puede ser que pronto lo lleve a cabo. También he pensado últimamente en volver a ponerme en contacto con mi lado darks, no es que lo haya dejado, pero a veces me doy cuenta de que me he vuelto un poco más colorida, y pues no se, aunque me gusta experimentar de vez en cuando, creo que esa no soy yo, o quizás es porque también yo me he sentido medio nostálgica depresiva.  Me ando inspirando en los looks de Eva Green (aquí les dejo una foto de ella por si no la ubican --->) y me encanta su estilo medio darks y misterioso (es mi crush, bueno uno de ellos). 

Otra cosa, es que desde hace un par de años (yo diría que tres, para ser más exactos) ya no siento especial emoción por mi cumpleaños. Antes solía ser una fecha que me entusiasmaba y que me la pasaba planeando la celebración, y ahora simplemente ya no planeo nada y si lo hago no me emociona. Tal parece que estos últimos años me he sentido más en depresión por estas fechas que otra cosa. 

En fin, hay muchas cosas en mi cabeza pero no sé cómo unirlas de manera coherente para plasmarlas aquí. Incluso esta entrada quedó toda desparramada, perdonen la redacción all over the place. 
Mientras tanto seguiré en proceso de construir mi versión 3.2, que aun no sé como será. Saludos.