lunes, 28 de mayo de 2018

El problema con los "quizás"...




Recientemente leí en el blog Reservado a Quien Corresponda, un escrito titulado "Quizás". Fue entonces que me puse a pensar en los "quizás" y es que creo que en este blog esa palabra ronda continuamente. Los "quizás" duelen, y semánticamente hablando, los pudiéramos situar junto a los "hubiera" o los "tal vez", si ese conjunto de palabras que parecen conjurar una realidad alternativa en la que todo parece mejor.

Y es que los "quizás" reflejan un anhelo de nuestro corazón, un anhelo que nosotros deseamos con todas nuestras fuerzas, pero que parece escaparse de nuestras manos por causas ajenas a nosotros. Los "quizás" son punzadas en nuestro corazón, oraciones con verbos que conjugamos en subjuntivo, deseos que se evaporan en el aire.

Cuando leí aquél texto, me acordé de aquellos musos con los que alguna vez deseé un "quizás", un quizás que nunca se cumplió. Y entonces veo a mi alrededor y veo que cada persona lleva un sinnúmero de "quizás" tatuados en el corazón, no por nada hay incluso una canción que habla sobre ellos (Quizás, quizás, quizás).

Y es que los "quizás" siempre hablan de lo incierto,  de lo que pudo haber sido o de lo que podría ser, y creo que en cierta forma, eso siempre nos causa cierta dolor, angustia, o preocupación. Hablando en términos amorosos, los "quizás" pueden rompernos el corazón.

Los "quizás" también encierran cierto atrevimiento, cierto arrojo, de lanzarnos hacia aquello que deseamos, aunque exista la posibilidad de terminar rotos. El "quizás" es como una frontera entre lo posible y lo imposible, rodeada por todas las posibilidades y las múltiples variables que existen. Lo cual parece un tanto complicado.

Es también una búsqueda, aunque sea una batalla quijotesca, que no nos cansamos de hacer. Es un impulso que nos lleva a buscar una solución distinta, algo que altere nuestra realidad.El "quizás" nos da cierta esperanza, que a veces puede ser derrumbada por una certeza [como aquella que alguna vez te dije: "quizás estaríamos juntos, si tú quisieras" (pero no)].

Quizás sea mejor parar de escribir esta entrada porque siento que deliro. Arre Rocinante.

2 comentarios:

  1. Fíjese que tenemos algo en común pero yo con los "¿qué se sentiría?" ¡ME TRAUMAN! porque en serio, la vida está LLENÍSIMA de eventos que se nos presentan y como su diatriba con los quizás, siento que pierdo VIDA al no experimentar cosas nuevas, por ejemplo, realmente visualícese en su lecho de muerte, a unas horas de morir ¿qué le hubiera gustado hacer? en esos momentos se hace la terrible pregunta "¿qué se sentiría eso o aquello?" PUF, yo quiero probarlo todo para irme tranquilo y en lugar de preguntamre eso me iría diciendo HICE TODO LO QUE PUDE Y ME VOY FELIZ, me iría con una sonrisa en la boca por todo lo que pude hacer. Así ya no pregunto lo que se hubiera sentido sino recuerdo lo que sentí y que viví mi vida AL MÁXIMO. También antes de morir haría un gesto bien chistoso como cruzar los ojos y sacar la lengua para que en lugar de llorarme mis seres queridos y hasta los doctores y embalsamadores se mueran de risa, porque quiero hacerlos felices, ay qué bonito lo dije me cae.

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    1. Le agradezco mucho su comentarios porque siempre me sacan una sonrisa, en serio, la forma en como escribe las cosas son geniales. Yo también comparto la idea de experimentar lo que uno desee en la vida, y al igual que usted, siento que la malgasto cuando todo de vuelve rutinario. Claro, algunas cosas que he probado no han sido lo que esperaba pero supongo que es parte de la vida.
      Leí su comentario en el blog de mi amiga Romina, y sí, viví un tiempo en Guanajuato capital, pero mis opiniones me las voy a reservar por el momento. No soy leonesa, así que no se preocupe. Un saludo!

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