jueves, 24 de agosto de 2017

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La sociedad te mide. Y oh vaya que tiene una manera muy dura de medirte. A lo largo del tiempo, la sociedad ha construido una idea en forma de lista sobre lo que las personas deben tener para ser felices. Esa idea esta tan arraigada dentro de nuestra mente que será muy difícil quitarla. Aún en nuestro tiempos de tanto avance tecnológico y científico, las ideas sociales siguen perdurando  y la lista solamente parece aumentar. Cuando parece que ya hemos alcanzado varios de los requisitos que exige esa lista, siempre aparece uno más que nos aleja de la felicidad completa, si es que tal cosa en verdad existe.

La idea es plantada en cada uno de nosotros, algo similar a como lo que planeta la película "El Origen", y cada uno de nosotros va desarrollando la idea con el paso de los años, agregandole o quitandole cosas, de acuerdo a nuestras necesidades, pero siempre bajo el boceto impuesto por una idea generalizada. Desafiar esa idea, puede costarte, entre otras cosas, el rechazo social. Porque, después de todo, para que cambiar una fórmula que funciona tan bien?

Luchar contra el sistema es difícil. La mayoría de los humanos estamos más acostumbrados a emular que a crear. Quizás era algo necesario para poder sobrevivir. 

 Comencé a pensar en todo el tiempo que gastamos tratando de alcanzar un ideal, de todo aquello que sacrificamos por alcanzar la lista de la felicidad. No puedo evitar pensar en la frase que me dijo una persona recientemente, que la escucho en una canción, "No valgo por lo que tengo, valgo por lo que perdí". Y a veces llegas a un punto, a un momento, en el que te preguntas si eres feliz donde estás. 

Los humanos, tenemos la elección de empezar de nuevo. De volver a construirnos. De llegar al fondo y renacer.

sábado, 19 de agosto de 2017

El delirio pre-treinta...


A días de que se acabe la era de los veinte, no puedo evitar pensar y sentir un sinnúmero de cosas. Y es que a ratos, siento el peso inevitable de los treinta, que se combina con un poco de ansiedad y adrenalina. Quizás me siento así porque se supone que a esta a edad ya deberías tener a la mano una lista con las cosas que (según la sociedad) ya deberías de haber alcanzado. Y por otro lado esa la adrenalina por entrar a una nueva era, donde hay nuevos misterios, y donde me esperan nuevas aventuras. 

Creo que llega en un punto en el cual sientes debes de comenzar de cero otra vez. Comienzas a redirigir tu mente hacía aquellas cosas que quieres y puedes cambiar, y dejar de una vez, aquellas que pese a todos tus intentos y esfuerzos no puedes cambiar.  Es válido cambiar de perspectiva y caminar hacia aquello que te gustaría hacer pero que siempre has dejado de lado porque has puesto otras cosas primero, o porque las circunstancias no te lo han permitido.

Es válido el cambio.  Es válido deshacerse de aquello que ya no necesitas. Es válido comenzar desde la cenizas. Es válido reinventarte y descubrir cosas nuevas sobe ti mismo. 

Donde yo vivo es común escuchar que ya eres muy grande o viejo para hacer ciertas cosas, que ya debes "sentar cabeza" y hacer el papel que te corresponde.  Dejamos sueños y metas por esa idea, por la idea de que, independientemente de la felicidad que nos traiga, debemos cumplir con una responsabilidad que ya se nos fue impuesta.

Tal vez todo esto sea parte de lo que he llamado "el delirio pre-treinta", y quizás sean solo divagaciones.  


jueves, 10 de agosto de 2017

Untitled (XII)....


Ojalá pronto llegue alguien que me devuelva los suspiros,
Que al anochecer me llene con su recuerdo,
Que se vuelva inspiración, que se convierta en versos.

Ojalá pronto llegué alguien que desee abrazarme,
Y de sorpresa me robe un par de besos.

Ojalá llegue alguien con quién compartir atardeceres,
Con quien me pueda perder en miradas.

Ojalá llegue alguien que me haga sentir que el tiempo es relativo,
Que no soy un desfase de tiempo.

Ojalá llegue alguien con quién pueda entrecruzar mis manos
Y construir recuerdos.

Ojalá llegue alguien con quién pueda compartir la eternidad,
Que me haga soñar despierta.

Ojalá llegue alguien que me encienda el deseo,
Que me despierte el alma.

Ojalá que un día llegues, que pueda reconocerte.

Ojalá pronto llegues, amor.

viernes, 21 de julio de 2017

Inevitable...


"Hay cosas destinadas a no ser".
Es lo que reza una frase, y creo que se ajusta muy bien a "nosotros", aunque ese pronombre siempre haya existido solo en mi cabeza. Hay distancias que a veces separan, aunque los km permanezcan constantes. El tiempo pasa y es inevitable que aparezca otro amor. Aunque te rompas debes aceptar la realidad. En estos momentos mi desfase de tiempo me parece más perceptible, lo veo casi materializarse en el espacio como un reloj que avanza demasiada lento. Lo entiendo, tal vez estábamos destinados a no ser.

Deseo que con ella camines de la mano, por el playa, por el parque, por las plazas.
Deseo que vayan al cine, que la abraces con fuerza y le des besos en la frente.
Deseo que contemplen atardeceres.
Deseo que paseen bajo la lluvia.
Deseo que en los días de frío, lean libros y tomen café.
Deseo que mientras hablan la mires a los ojos.
Deseo que te guste su sonrisa.
Deseo que seas feliz a su lado.
Y deseo, que te ame más de lo que yo lo hago.



martes, 4 de julio de 2017

Antología


Somos una colección perfecta de besos no dados,
De silencios prolongados, de palabras que se disuelven en la garganta.
Somos una colección de caricias imaginadas, de abrazos al aire, de suspiros espontáneos.
Somos una historia en puntos suspensivos, un capricho o un azar del destino.
Somos un instante, un paréntesis en el tiempo.

Eres la causa de mis pensamientos nocturnos, de insomnios imprevistos, de mis tardes nostálgicas.
Eres el destinatario de las canciones que entono de vez en cuando, de mis oraciones al dormir, de los versos que escribo.
Eres el motivo por el cual a veces tomo un trago, acompañado de esa punzada en el corazón.
Eres mi todo pero no somos nada, tan solo somos la perfecta antología de todo lo que no pudo ser.


jueves, 29 de junio de 2017