domingo, 28 de febrero de 2016

Work of Fiction: Nyctophilia...




Camino por el asfalto con mis tenis desgastados, y siento una pequeña felicidad interior al saber que ese desgaste se debe a mis paseos nocturnos, se han convertido ahora en una parte de mí. Es una noche fría, y siento el viento golpearme la cara, y atravesarme los poros de la piel, pero no importa, porque eso te hace sentir vivo. Me arrebujó en la chaqueta de cuero y enciendo un cigarro, sí, es mi compañero fiel. Pese a la oscuridad, llevo lentes negros, creo que le da más intensidad al momento o quizás solo he perdido la cabeza.

Mi nueva rutina nocturna, se la debo a mis insomnios. Hace un mes dejé de poder conciliar el sueño en las noches y después de dar innumerables vueltas en la cama decidí hacer algo al respecto. Al principio leía, después me ponía frenéticamente a escribir, pero no me bastaba. Así que decidí salir y recorrer la ciudad, y entonces sucedió la magia, me había enamorado. No voy a negarlo, al principio me producía escalofríos pero poco a poco fueron disipándose como niebla al amanecer. A veces llevo un libro y lo leo sobre el puente mientras contemplo el mar. He llegado a pensar que la noche hace una gran diferencia, y aunque suene trillado, todo me parece un poco más poético, más nostálgico, más decadente.

Camino y fumo, miro, observó, pienso, leo. En la noche tengo oportunidad de llevar  a cabo todo esos verbos que el día no me deja, porque siempre hay algo más importante que hacer. Pero la noche es diferente, es tranquila, es paciente, y te da libertad, es tu cómplice, tu amante. 

Puedes conocer mejor tu ciudad, verla con una luz diferente. Lejos de la perfección que todos intentamos construir pero que sabemos es imposible de alcanzar. Eso me gusta de la noche, es más honesta. Antes, cuando despertaba, sentía miedo, miedo de la noche, de esa oscuridad tan misteriosa y deseaba volver a dormirme lo más rápido posible. Ahora pienso, que la noche es una oportunidad para ponerme cara a cara con mi soledad, para hacer las pases con ella y conocerme mejor a mi misma. Pero no es fácil, nos la pasamos huyéndole, porque enfrentar la soledad requiere mirarse en un espejo, y ver más que solo el reflejo, requiere aceptación, sinceridad, y de vez en cuando, lágrimas. Noche y soledad, compañeras de vida.

Sigo mi camino y observó las luces de las casas que iluminan el paisaje. Se me figuran pequeñas luciérnagas en un bosque inmenso. Todas esas luces haciéndole frente a la oscuridad, como un batallón en espera permanente del enemigo. Si tan solo, lo viéramos diferente.

Y aquí estoy yo caminando, oyendo el sonido de mis propios pasos, a través de cada calle, acompañados de vez en cuando por el sonido de un auto o la música lejana de alguna fiesta. Quiero llegar hasta la playa. Me dirijo hacia el puente porque es un ruta más rápida y la vista es hermosa. El viento se hace más fuerte y siento mi piel enchinarse por el frío. Con dificultad enciendo otro cigarro, el sabor a tabaco me inunda la boca y continúo andando.

La vista desde el puente es un belleza, el mar está tranquilo y las olas golpean con suavidad la orilla. Imagino que el agua debe estar helada. El cabello me impide una visión clara pero no importa, el camino me lo sé de memoria. A lo lejos escucho unas campanadas. Entono un par de melodías. De repente, me paro y contemplo el cielo, es un hermosa noche. Las estrellas dibujan un estela en el cielo, como un vaso de leche derramado. Desearía estar allá arriba y contemplarlo todo: mi ciudad, mi casa, las calles, el puentes, la playa...

Cierro los ojos e intento absorber ese instante, sentirme parte del universo, porque en la mayor parte del tiempo me siento como una marginada. Y no es que eso sentirme mal, simplemente, la mayor parte del tiempo no coincido con la gente.

Camino más aprisa porque siento que una energía me mueve, deseo llegar a la playa. Sin darme cuenta, estoy trotando, impulsada por una batería interna. Hasta que llego. Me quito los tenis y piso la arena. Aminoró la marcha y disfruto cada paso, cada huella. Imagino mis pasos cruzándose con los de cientos de personas más, pero sin conocernos, sin toparnos siquiera, pero todos viniendo a este hermoso lugar. Llegó hasta la orilla y contempló el mar, negro, inmenso, misterioso, como la noche. El aire esta helado, pero aún así me quito la chamarra. Quiero sentir. Estiro los brazos y doy un par de vueltas como lo hacía cuando era niña y venía a la playa con mis padres. 

El agua roza mis pies y puedo sentir lo fría que está. La piel se me enchina de nuevo, respiró profundamente e introduzco los pies en el mar. En ese momento deseo fundirme con la playa, volverme agua y sal, volverme infinita y misteriosa. Como la noche.

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Nota: Esta es una obra de ficción, cualquier parecido con la realidad o la surrealidad es pura coincidencia.

jueves, 25 de febrero de 2016

#Freak



Ven, y seamos un par de locos.
Ven y seamos una fuerza de la naturaleza.
Aunque nadie nos comprenda, que así la vida es bella.
Shhh, toma mi mano.
Que así es como me siento por ti, totalmente loca.

lunes, 22 de febrero de 2016

La incertidumbre...




Oh la incertidumbre! Ese permanente estado de misterio que es tan confuso y desesperante para la mente, o al menos para la mía lo es. Y es que la paciencia ya no me aguanta lo que antes, qué puedo decir, cosas de la edad. O quizás precisamente por la edad debería serlo, pero poco a poco se me ha diluido esa virtud. Yo no soporto la incertidumbre, tal vez sea mi naturaleza o tal vez sea una condición astral, vaya uno a saber, lo cierto es que estar en ese estado me produce un revoltijo en el estómago.

A mí me gusta saber. Mi mente quiere saber, quiere resultados. Adivinar es algo que me produce incomodidad. Quizás para algunos sea divertido, eso de estar adivinando, de jugar al gato y al ratón, de esperar pacientemente los resultados...En fin. Quizás la incertidumbre sea de utilidad en algunos aspectos, pero cuando lo aplicas en el amor la cosa se jode.

Y es que soy así, busco la respuesta, y no me espero a que pasen mil años. Y quizás suene atrabancada, desesperada ó loca, pero caray todos tenemos defectos. Y lo que me desespera aún más es él y su incertidumbre. Rayos!

Físicamente, la incertidumbre establece la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas observables sean conocidas con precisión arbitraria. Y eso suena más fácil que tu silencio, tu incertidumbre. Caray, eso lo puedo entender, pero tú... 

Déjame con mi conceptos, con mi locura, déjame a solas y márchate con tu incertidumbre a otro lado. Que al fin, esto ya se acabo.

jueves, 18 de febrero de 2016

Los pensamientos de la semana

He aquí mis pensamientos de la semana (nota: el orden puede variar):

Quizás las personas lleguen en el momento justo, y quizás en ese momento no sepamos porqué pero puede ser que la razón  se nos revele con el paso del tiempo. Ya sea que nos vayan a enseñar una lección, o ya sea que  necesitemos de su compañía en ese momento. Tal vez sea lo que necesitamos ahora. Y tal vez nos romperán el corazón, o tal vez se convertirán en compañeros de vida. Solo el tiempo lo dirá.

He pensado en eso últimamente, tratando de buscar el sentido a ciertas personas de mi vida. Ya sé, tal vez no debería hacerlo, y solo dejar que las cosas sucedan, y no estar continuamente buscando el sentido de todo, pero es que a veces mi mente necesita pensar.

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Estoy reflexiva pero estoy revuelta.

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Porqué vienes ahora?
Ahora que no quiero esta mierda rosa?
Porqué no te vas a los pensamiento de alguien más?
Porqué no me dices que sí para dejar mi agonía?
Porqué no me dices que no para despertar mi venganza?
Porqué mejor no te vas?

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Y entones la música se enciende, y toca la canción que me sugirió. Y no puedo pensar inevitablemente en él.

domingo, 14 de febrero de 2016

Formas de enamorarse...



Como saber si te estas enamorando:
-Si lo (la) sueñas.
-Si piensas más de una vez en él (ella) durante día.
-Si escuchas música que él (ella) te recomienda y te gusta.
-Si lo (la) ves y sonríes.
-Si no lo (la) vez y sientes que te hace falta verlo(a).
-Si empiezas a entender la relatividad de Einstein cuando estás con él/ella.
-Si lo (la) vez y sientes que te da un vuelco el estómago.
-Aceptemoslo, si lo (la) vez con alguien más y te dan un poquitín de celos.
-Si empiezas a escribir pensando en él/ella.
-Si alguien te descubrió y tu lo niegas (generalmente aplica a mujeres)
-Si te cuesta mirarlo(a) a los ojos, pero aún así quieres hacerlo todo el tiempo.
-Querer tocarlo y no poder.
-Si se te acelera el corazón.
-Si no puedes explicarles a tus amigos porqué te gusta.
-Si tu mismo(a) no sabes porque te gusta.
-Porque más que te sientes más atraído por su personalidad que por el físico (de las peores en la lista).
-Si lo (la) escuchas atentamente cuando habla ó si no lo (la) escuchas porque estás ocupada(o) imaginando cosas (esto puede variar de persona en persona).
-Si te gusta como suenan sus nombres juntos.
-"Como cuando sientes que estás quedándote dormida: lentamente, y luego de golpe" - TFIOS
-Cuando solo lo sientes.

Si tienes uno o más síntomas de esta lista, te estás enamorando. Y ahora solo queda por decir, caray, se jodió el asunto.

sábado, 13 de febrero de 2016

Algún día...

Algún día diré:
Valieron la pena tantos kilómetros recorridos.
Valió la pena ir y regresar.
Valió la pena los segundos, los minutos y las horas que pase pensando en ti.
Valió la pena las lágrimas nocturnas y las noches de desvelo.
Los versos que te escribía, aún sin conocerte.
La música que me hacía recordarte.
Los días de soledad, en los que la melancolía me embargaba.
Los besos no dados, y hasta los equivocados.

Algún día estas palabras tendrán sentido.
Algún día los poemas tendrán destinatarios.
Algún día compartiremos atardeceres, y ansiosa estaré por nuestros anocheceres.
Algún reiremos juntos.
También pelearemos, porque sabes, es parte de la vida.
Algún día tus manos encajaran con los mías.
Algún día haremos mil locuras.
Algún día, amor, tropezaremos, y espero ese día, saber que eres tú.
 Algún día amor, no desistas.
Ya verás que algún día, nos dedicaremos un te amo.


domingo, 7 de febrero de 2016

Es...complicado

Todo era mejor cuando no me gustabas. Lo digo en serio. El amor nos vuelve raros. Y ahora ya no sé como actuar como te veo. Temo sonar demasiado falsa, demasiado pretenciosa, demasiado atrevida, demasiado seria... todo es demasiado complicado. Y aunque todo mundo diga "solo sé tu misma", en realidad cuantos hacemos eso estando enamorados? 

El amor nos hace actuar diferente, es simple biología. Queremos agradarle a otra persona,  y eso es lo que produce una "alteración temporal" en nosotros, aunque a veces, puede resultar permanente. He conocido personas que se transforman en una versión (femenina o masculina) de su pareja, y eso es peligroso. En el amor siempre existe esa delgada línea borrosa entre conservar tu individualidad/esencia ó volverte como tu pareja. Y eso tal vez se deba a qué no hemos aprendido la diferencia entre compartir y poseer. Y es ahí cuando entramos en dilema. Yo quisiera ser yo, pero simplemente no puedo. Siempre hay un pensamiento en el fondo de mi mente que dice: y si no le agrada como eres? Aceptemoslo, nadie revela de buenas a primera como es, hay partes de nuestro ser que mantenemos ocultas. Vivimos con temor al rechazo. 

Por eso digo que todo era mejor cuando no me gustaba. Así  no tendría que preocuparme por lo que voy a decir, o por si estoy peinada o no. Porque no hay un manual del amor? Porqué nos complicamos tanto? Porqué pese a los millones de años de evolución que llevamos no hemos podido aceptarnos? Tantas preguntas sin respuesta.

Y pensar que en el remolino de todas estas tú, con tu linda sonrisa. Quisiera decirte: déjame en paz, no alteres mi tranquilidad, quiero ser yo. Déjame ser yo, y ámame. 


miércoles, 3 de febrero de 2016

La Soledad (II)...


En estos días he pensado mucho en la soledad. Eso no es nuevo, porque pienso continuamente en ella. La soledad es una ola que viene y va, y he pensado en ella pero no de una forma deprimente, sino todo lo contrario. Siento que la extraño, como extrañas a un viejo amigo al que tienes muchas ganas de abrazar. Y es que, aunque tengo una relación complicada con ella, he pensado (últimamente) que la he desaprovechado. Necesito sopesarla, disfrutarla, hacer las pases y llevarme bien con ella. Si, he tenido esos lapsos, pero en los últimos meses, o quizá en los últimos dos años, sobrellevarla fue un tanto dífil. He querido alejarla, apartarme de ella, la he visto como enemiga, y en consecuencia, he tratado de reemplezarla con malos hábitos, de sustituirla de formas banales, de malbaratarla con amores vacíos.... y la cosa no ha resultado  bien.

Es tan raro encontrarte con personas que en verdad aprecien su soledad, que en verdad la disfruten y no la vean como una carga, o un augurio de mala suerte. Creo que eso se logra cuando haz logrado hacer las paces contigo mismo, y has alcanzado la paz espiritual, algo que no es fácil. Pero cuando lograr conocer a una persona que "valora" su soledad, su semblante es particular, y difícil de poner en palabras. 

Hoy mientras esperaba el taxi, tuve un "lapsus honestus" y reflexioné en todas las cosas con las que he tratado de llenar mi soledad. Hay algo incoherente en ese uso de palabras "llenar la soledad", como si fuera un recipiente en el que se puede colocar cualquier cosa. Pero la soledad es más que eso, es un estado en el que puedes sincerarte contigo mismo. Y me dí cuenta de que en vez de disfrutarla, la he malgastado.

Vi a mi alrededor y todo se me hizo tan rutinario, tan lleno de apariencias. Siempre viendo "en corto" en ver de "ver más allá". Siempre hablando de las mismas cosas banales, en vez de proponer ideas, de debatir los temas. Siempre siguiendo el guión social que se nos ha establecido. Siempre lo mismo. Y muchas veces, lo hacemos para escapar del tedio, y escondido más allá, de la soledad. Creyendo que podemos escapar de ella, que podemos llenarla de cosas y personas como si fuera un ropero viejo.  

La soledad es un estado puro del ser. Soledad, tenemos que hacer las paces.