La otra vez iba sentada en el camión, venía del trabajo y me sentia cansada. Paso poco tiempo antes de el bus se llenara. Parado, iba un chico con audífonos, otro de los viajantes iba inmerso en su celular y que iba adelante llevaba un libro "El Gran Gatsby", si mi mente no me falla. Y entonces me puse a pensar en estos "escapes de la realidad", porque en cierta forma creo que en eso se han covertido.
Mientras nos vamos a uno de esos mundos, ya sea el virtual o el fantástico, nos escapamos de nuestro mundo y nos vamos a otro donde somos más felices. No digo que sea malo, ni que odiemos nuestra realidad, sino más que somos algo así como "Alicias" visitando el País de las Maravillas, pero como ella no podemos estar mucho tiempo en ellos (o sí, pero se hace vicio) y tenemos que volver a nuestro lugar de origen.
Cada mundo nos ofrece algo más de lo que nosotros consideramos que "somos" en el mundo real. Tal vez en esos mundos somos más cool o populares, o tenemos la oportunidad de formar parte de aventuras que en la vida real nunca sucederían (como en el caso de la literatura). Lo malo llega cuando deseamos NO volver a esa realidad.
Para mí los libros siempre han sido una fuente de vida. Pero también me aleja de mi realidad por un momento. Me siento más libre en ellos, más aventurera y han sido motivo de cambio en mi vida. Me han permitido conocer muchas cosas en un mismo lugar.
Creo que en cierto modo todos somos escapistas.