Simplemente soy...

Nunca fui la chica popular de la escuela.
Nunca fui de esas chicas que adornaban sus libretas con corazones y florecitos. Nunca he sido mucho de adornos, me gustabla simple, directo, porque me parecía más honesto. Aprendí que las apariencias engañan.
Nunca fuí de las chicas que tenían una sonrisa dulce y se agarraban el cabello mientras platicaban con un chico guapo.
No soy del tipo de chica a la que le hacen promesas de amor.  La lengua lisonjera nunca ha sido mi fuerte, una vez más prefiero la honestidad.
Soy la chica que tiene la mente en las galaxias y los pies en la tierra.
No soy del tipo de chica que se levanta pensando en si hoy encontrá a su príncipe azul (aunque lo he hecho un par de veces).
Soy la clase de chica que defiende sus ideales, aunque a veces estén equivocados.
Soy la feminista, y la que a veces no puede concebir que en plano siglo XXI sigamos viviendo con la mentalidad del siglo pasado.
Soy fan del perfeccionismo, pero me he dado cuenta que la imperfección es más bella.
Nunca seré talla cero, y no me molesta, ni me quita el sueño.
Nunca seré de las que se acoplan a la rutina, no puedo, no va conmigo.
Tal vez sean defectos, tal vez sean virtudes, pero son parte de mí.
No me clasificó como ningún tipo de chica, simplemente soy una chica.