Yo solía escribirle a estos chicos. Cartas de amor, versos incompletos, estrofas sin rima, poemas de olvido. Todo para ellos.
Solía decirles que el corazón me latía cuando les veía, que una canción me inundaba y me hacía bailar todo el día. Quería contarles el sueno que tenía, en el que estábamos juntos, y éramos felices.
Solía escribir pensando en él, y en su mirada, sobre la forma en que fumaba, y su sonrisa. Lo soñaba. Éramos todo sin ser nada.
Cada uno en su tiempo, claro, cada vez imaginando que era ''amor verdadero", sin imaginarme que después vendría el desamor. Los versos se quebraban. y las letras bailaban al ritmo de una música triste, formando oraciones carentes de sentido. La pluma se detenía por un largo tiempo. La inspiración se escabullía por la ventana.
Pero estoy aprendido a escribir para mí, y creo que es un avance. A buscar esa inspiración en mi alrededor, o en mi misma.
Y quizás algún día vuelva a escribir sobre él...
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