Recientemente terminaron los juegos olímpicos de Tokio, y la verdad es que no los vi. Antes si solía verlos, pero desde la edición de Río les perdí la pista, en fin. Sin embargo, algo que si llamo mi atención y que fue muy sonado, fue la decisión de no participar en la competencias por equipo de la gimnasta Simone Biles. La decisión causó revuelo porque ella expresó que se debía a una cuestión de salud mental. Obviamente las críticas, tanto buenas como malas, no se hicieron esperar. Yo no sabía mucho de ella, así que me puse a investigar y ver algunos videos de sus rutinas en You Tube, y fue ahí que vi que es considerada la mejor gimnasta de todos los tiempos, ya que ha conseguido ejecutar algunos ejercicios que se consideraban "imposibles" en la rama femenil.
Esta noticia llamó mi atención porque ustedes saben que yo soy muy pro- salud mental, es un tema muy importante para mí desde mi episodio depresivo que ya he nombrado en numerosas ocasiones. Comencé a leer las críticas para Simone, algunos la apoyaban completamente diciendo que se entendía que estaba bajo mucha presión y que eso la había llevado a un "colapso mental", mientras que otros la criticaban al decir que, una atleta de alto rendimiento como ella, debía estar preparada para lidiar con semejante presión, y así se debatían muchas más críticas.
Algo que resonó conmigo, fue que vi un video de un psiquiatra analizando este caso en YouTube y él mencionó que el hecho de que Simone haya dicho que se retiraba de la competencia por su salud mental y no por una lesión física era precisamente, que la gente no suele darle la misma importancia. Porque si ella hubiese dicho que se retiraba por una lesión, todo mundo la hubiera entendido y se habrían aliado con ella, pero al ser una cuestión mental, la gente se indignó, casi reclamándole que ella debía estar preparada para eso.
Esas palabras me dejaron pensando mucho, porque es cierto. Estoy segura de que Simone, al ser una atleta de su nivel y representando a un país como EU, lleva apoyo psicológico (no como en mi país, que apenas y les dan apoyo a los deportistas para entrenar), pero eso no la exime de sufrir un colapso mental. Cuantas veces no hemos visto a gente subestimar nuestra propia salud mental, diciéndote cosas como "es que si piensas en cosas felices te sentirás feliz" "es que es tu culpa tener esos pensamientos depresivos" y bla, bla, bla. Lo sé porque a mi me decían eso cuando estaba en mi depresión. Y no entendían que eso escapaba a mi control.
Creo que la gente no entiende que el hecho de que vayas a terapia te garantiza de no sufrir un colapso mental. Nadie esta preparado para eso, porque no sabes que lo va a detonar. Si, el psicólogo puede darte herramientas para poder afrontarlo mejor pero eso no garantiza que en el momento que ocurra vas a saber como reaccionar.
Durante mi estado depresivo tuve también ataques de pánico y de ansiedad. A veces aun los tengo, y créanme que trato de seguir las recomendaciones que me dio mi terapeuta, pero eso no significa que se me quiten al instante. De hecho pueden pasar hasta 15 minutos o más para que me pueda tranquilizar. Conocí personas que este tipo de episodios les imposibilitaba hacer cosas muy básicas. Porque estas batallando en ese momento entre los pensamientos negativos que asaltan tu mente, y al mismo tiempo buscando desesperadamente en tu memoria las herramientas para controlarte, y esos minutos se te hacen eternos, y más aún, si te impiden hacer algo.
Así que por favor, dejemos de subestimar la salud mental y dejemos de pensar que no existen. Las hay y deben ser tratadas con la misma importancia que un problema/ enfermedad física. Si conocen a alguien que este pasando por una depresión, o que sufra ansiedad, o cualquier enfermedad mental por favor no la subestimen, a veces solo basta con decir ¿Cómo te ayudo para que te sientas mejor?
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