miércoles, 18 de agosto de 2021

Aerofobia

Hace un par de semanas realicé un viaje a Los Cabos. Hay varias cosas que comentar respecto a algunas cosas que pensé y que aprendí durante ese viaje, pero como aún sigo procesándolas me llevará un tiempo escribir sobre ellas. Pero bueno hoy empezaré por esta pequeña historia.

No sé si ya les había contado antes (pero sino aquí va de nuevo) a mí no me gusta volar. De hecho la primera vez que  viaje  en avión, fue en compañía de mi madre, y fue todo un suceso. Me puse muy nerviosa, me dio un ataque de pánico, estuve a nada de bajarme del avión, y el despegue fue una de las sensaciones más horribles que haya tenido que experimentar. De hecho, creo que estuve a punto de recibir una bofetada de mi madre para que me tranquilizara.  Después de esa primera vez, el recuerdo de esa sensación era tan fuerte que sufrí nauseas por varios días.

En las siguientes ocasiones que he tenido que viajar, siempre con ella, he tratado de mantenerme tranquila utilizando diversos medios, como el alcohol, el cual. no me funcionó por cierto, y las pastillas para tranquilizarme, las cuales son las que me han dado mejor resultado. Aun así, aclaro que eso no es el mejor remedio y que antes de tomar cualquier medicamento, lo hablen con su doctor. 

Llegamos al momento en el cual se aproximaba mi viaje a los cabos, y era el primer viaje que haría sola. SOLA. Obviamente conforme iban pasando los días, y el viaje estaba cada vez más cerca, comencé a tener ataques de pánico. Se me dificultaba dormir y me sentía muy estresada. Pensé seriamente en cancelar el vuelo.

Pero una parte de mí me decía que no debía dejar que el miedo se apoderara de mí. Que todo saldría bien. Varias personas que conozco han viajado solas, y en viajes mucho más largos, y han estado bien. Entonces comencé a buscar como tratar mi fobia. Busqué videos en internet sobre como contralar los nervios y aliviar la ansiedad, y disminuir el pánico. Uno de los videos de un chico que tenía mucho miedo a volar me ayudó bastante. Decía que a él le daban pánico los aviones, pero que su amor por viajar era mucho más grande, entonces trabajó bastante en su mente. Eso resonó conmigo y me dije a mi misma que si, que yo también amaba viajar y que si solo me cerraba a realizar viajes por carretera me perdería de muchos lugares, y de que además me llevaría más tiempo llegar.

Ya lo he dicho antes, viajar es el amor de mi vida, y es de las cosas que me impulsan a superar mis miedos. Así que puse manos a la obra, me descargué apps que funcionarán en modo avión y que requerían de toda mi concentración para no pensar que estaba a 30, 000 pies de la tierra. Descargué música y alisté mis pastillas.

Finalmente llegó el día. Antes de abordar me tomé las pastillas milagrosas y traté de prepararme mentalmente lo mejor que pude. Ocupé el asiento, me puse mi antifaz, escuché las instrucciones, me puse los audífonos y ocurrió el momento del despegue. Duró menos de lo que yo pensé (en mi mente dura minutos, cuando en realidad son segundos). Después de un rato me quité el antifaz y empecé a jugar en mi app. Pasado un rato, me armé de valor y me atreví a mirar por la ventana y por Dios, es una de las imágenes más bellas que haya visto. Me sentí más relajada, el nudo en el estómago se  deshizo y el estrés se desvaneció. Volábamos por encima del mar y era una vista hermosa.

El regreso fue mucho más tranquilo todavía. Estaba orgullosa de mi misma, porque sabía que ahora podía ir en avión sola y que podría conocer muchos más lugares. Se abrió una nueva perspectiva. Aún me falta poder mirar por la ventana cuando el avión despega, eso aun no he podido hacerlo, pero para mí, he hecho un gran avance. Prueba superada.

Nota: Les comparto la foto que tomé desde el avión! 😊

2 comentarios:

  1. Uy comagre, yo tengo aerofilia, si por mi fuera en lugar de casa me compraba un avión y ahí viviría rentándolo a aerolineas pero 3 asientos sólo para mí para poder ir y venir todo el día, me encanta volar, por algún extraño motivo me pongo nervioso y me sudan las manos, en serio no sé por qué y no es "miedo" porque me encanta volar, me encanta ver la ventanilla cuando despegamos y un larguísimo etcétera, sí antes viajaba un chingo como 3 o 4 veces por año o sea 8 veces en avión contando idas y vueltas, la experiencia más fuerte que tuve fue el viaje a Japón, el despegue estuvo cabronsísimo, el avión iba vertical el desgraciado, nadie me creía pero sí existe eso: https://www.youtube.com/watch?v=lmWt0Icl2kM y la verdad es como vacunar a un niño chiquito, si le dice se va asustar y chillar, mejor no le avise y que sea rápido y al chile ni se siente, sólo que este despegue sí se sintió por un minuto y fue la experiencia más cabrona de toda mi vida ~tee hee~ y en Japón había un tifón así que estuvimos dando vueltas por Tokyo hasta que nos dieran chance de aterrizar mientras toda la turbulencia se sentía bien cabrona, pero eso sí, haber volado por Alaska y el estrecho de Bering no tuvo madre, una vista increíble, también el aterrizaje ni se sintió, pinchi piloto un maestrazo, al final salió de la cabina, le aplaudieron y era un tipo que no se veía de más de 40 años la verdad, japonés, gordito y se reía mucho, mis respetos totales. Tons eso de turbulencias y la chingada ya como que me vienen cortas a comparación de lo que pasé, ya estoy curado de espanto haha.

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    1. Quién como usted, señor conejo, yo espero que con el tiempo el nerviosismo y la ansiedad vaya disminuyendo. De hecho ahora me propuse, en la medida de lo posible claro está, viajar más seguido en avión, solo espero que nunca me toque una experiencia como esa que dijo usted de Japón, porque yo creo que ahí si me desmayo. Ay! Siento que si estuvo bien bonita esa imagen de Alaska, que envidia compadre.

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