En el post pasado había comentado que en el vento en el que participé, llamado FILA, leí dos textos de mi autoría, este es el segundo. No pude ponerle un título porque nunca encontre uno que me gustara ni que lograra homogenizarlo, sin embargo acepto sugerencias ;)
Parte I. La Búsqueda
Escribo para encontrarte,
mentiría si dijera que hay otra razón. Me gusta pensar que a través de este
idioma inventado, improvisado, tú puedes
entenderme.
Me gusta pensar que algún día
todos los versos, los poemas y las cartas tendrán, por fin, un destinatario. Me
gusta creer que cada una de mis palabras, letra por letra, te llega al corazón,
como una dulce melodía. Más no hay certeza en nada de esto, y eso lo sé.
He emprendido una búsqueda quijotesca
para encontrarte, pero sin éxito. Tanto fracasar me ha llevado a la conclusión
de que quizá este equivocada. Me he
embarcado en una búsqueda del amor sin darme cuenta que éste no puede buscarse
ni encontrarse, el amor solo ocurre. Debería saberlo, pero a veces sucumbo a la
desesperación de hallarte, a la probabilidad de qué mientras salgo a caminar
por las tardes, nos topemos.
Ya lo había dicho Cortázar “Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que
te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.” Cuanta razón
tiene.
Se nos ha
olvidado que el amor no puede encontrarse porque no es un objeto perdido, ni
tampoco algo que puede elegirse por libre albedrío, ocurre así sin más, hasta
que un día te golpea, como si fuera un
choqué eléctrico que te devuelve a la vida, y te das cuenta de que estas
enamorado. Y eso lo cambia todo.
Existe un antes
y un después de estar enamorado. El amor, como todas las fuerzas de la
naturaleza, misteriosas, maravillosas y terribles, transforman a las personas
que lo viven, por eso es que nunca salimos igual que como llegamos de una
historia de amor.
Quizá lo más
sensato que podemos decir es que no hay explicación para el amor, ni siquiera
la física cuántica, o las reacciones químicas, tampoco importa cuánto me
desvele tratando de encontrarle lógica. A veces creo que el amor es solo una
serie de coincidencias. Una alineación improbable de los planetas que le ocurre
a ciertas personas de vez en cuando. Aunque nosotros creamos lo contrario. Por
eso nos lanzamos, con nuestras alas remendadas y el corazón roto pero aún
latiendo para encontrar a esa persona que nos haga volar.
Encontrar. Sigo
usando esa palabra. Como si eso fuera a acercarlo más. Vamos de nuevo, usando el método de ensayo y
error porqué ese es el que hemos aprendido.
Es el “método para encontrar el amor”, como si fuera una caza del
tesoro. Pero no me crean mucho, solo estoy divagando.
Las ideas
vienen y van, alejándose y acercándose, mientras intento hilvanar los párrafos
de este texto. Hay una idea permanente, latente, dentro de mi cabeza. Y es precisamente
esa loca idea, esa improbabilidad de la búsqueda lo que me lleva a pensar, a
crear y a creer que puedo encontrarle. El amor siempre con sus ideas
ilógicas. Y es por esto que cree nuestro
idioma, para que algún día podamos coincidir. Para que dejemos de ser dos
extraños, para ser algo más que encuentros y desencuentros en el tiempo.
Aun estás lejos lo sé, pero quizás algún día
nuestros caminos se crucen.
Algún día ocurrirán las coincidencias que nos unirán
en el tiempo correcto.
Algún día los planetas se alinearan sobre nosotros y
podré estrechar tu mano.
Algún día despertare en tus brazos.
Algún veremos cometas bajo el mismo cielo.
Algún día probaré tus besos.
Algún día caminaremos por la arena y mojaremos los
pies en el mar.
Algún día escucharas las poesías y los versos que te
escribí.
Algún día sabrás que estas palabras fueron
concebidas solo para ti.
Mientras tanto seremos cuerpos celestes,
extraviados, esperando chocar. Somos como el big bang.
Parte II. El
encuentro
A veces
pienso si fue una coincidencia cósmica encontrarte.
O señal del
destino.
Tú y yo
éramos materia, átomos y moléculas
Hasta que
nos enamoramos.
Sumida en la
oscuridad me hallaba,
Y tú, cual
cometa, llegaste, iluminándome.
Amor
cósmico, choque de planetas,
Así somos tú
y yo.
En la noche
nos encontramos
Bajo la
cálida luz de las estrellas, nos besamos.
Siento tu
luz, deslumbrándome
Y yo que era
oscuridad, me ilumino contigo.
La luna nos
cobija bajo su manto
Pasando las
horas
Cual si
fueran años
Desde ahora el día y la noche
Se fundirán en una sola
Eterna vida contigo.
Puedo escuchar nuestros latidos, acompasados
Big bang, resonando por el universo
Mi reflejo en tus ojos
Contemplo galaxias
Después de un largo viaje
Por fin coincidimos
Amor ahora es tiempo, nuestro tiempo
Desde ahora el día y la noche
Se fundirán en una sola
Eterna vida contigo.
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