Es ella, siempre es ella.
La chica de cabello largo y brillante.
La chica con la sonrisa linda.
La chica de figura espigada a la que todo le va bien.
La chica que pude lucir un vestido blanco de manera impecable.
La que no es complicada, ni demasiado intensa.
La de los modales.
La despreocupada, la que a todo le va bien.
La que acompaña su habla con los ademanes adecuados.
La dulce y tierna, una princesa.
La que consideran perfecta.
Y después estoy yo.
Una perfecta antítesis de ella.
La que siempre es demasiado.
La complicada.
La despistada.
La fría, una chica de hielo.
La rara, "la de negro".
La forever alone.
Ella es Nijinsky, la chica que yo nunca seré.