He esperado muchos días para conocerte. Días y noches en vela, horas, minutos y segundos que se volvieron demasiado largos para contarlos.
He perdido la cuenta de mis intentos por encontrarte. He derramado ya demasiadas lagrimas por tu ausencia, tantas, que me siento vacía. La razón me dice que debo dejarte ir, disfrutar la vida y que algún día llegaras. La esperanza me dice que no me rinda, que lo intente una vez mas...
He intentado llenar tu espacio con otras personas, con otras cosas, pero todo ha sido en vano. Incluso he tratado de olvidarte, pero ha sido imposible.
Quiero ser feliz en lo que tu llegas, creer que en ese momento aparecerás como un relámpago en la oscuridad que me iluminara por siempre. Mientras tanto debo continuar el viaje, sin tu compañía, esperando que algún día podamos entrelazar nuestras manos.
Tengo fe en que nos encontraremos en el momento oportuno, y entonces caminaremos, juntos.
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