lunes, 21 de septiembre de 2015

The Past & The Sea...

Últimamente he pensado en el pasado. Tal vez no sea lo más sabio porque siempre he escuchado que el pasado debe dejarse atrás, y que debes de enfocarte en el presente, pero creo que de vez en cuando, se necesita revisarlo, y aprender de él, recodar los buenos momentos. Y es precisamente eso lo que me ha llevado a pensar en el. Quizás a veces debemos volver sobre nuestros pasos y recordar aquello que nos hacía felices, y quizás sea tiempo de volver.

He pensado que me he instalado en una peligrosa zona de confort, que aunque tiene muchas cosas buenas, no termina de hacerme sentir a gusto. Y es en ese momento en el que decides que tal vez necesitas algo nuevo o algo viejo que te haga feliz. Es un tanto complicado. Decidir nunca es sencillo, generalmente te mueves entre "lo que te harías feliz" y "lo que haría feliz a los demás" y aunque también siempre hemos visto que lo primero es lo que debe tomarse en cuenta, lo cierto es que lo segundo nos pisa de cerca los talones y muchas veces se convierte en algo díficil de manejar.

Cuando decidí mudarme la primera vez sentí que era una decisión mucho más sencilla. El "olor de la aventura" me empañaba los sentidos y eso me motivaba. Sin embargo, esta vez se me hace más complicado. Esta vez la racionalidad tiene más argumentos. 

La otra vez escribí que el mar me parecía una metáfora de la vida, esta llena de peligro y de aventura, hay infinidad de secretos y de cosas por decubrir. Pero quizás la decisión más díficil sea subirte al barco o contemplar el mar desde la orilla. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario