Como ya les había contado en entradas anterioes, este período de aislamiento social me ha puesto en modo reflexivo, y la verdad es que si me ha ayudado a darme cuenta de varias cosas sobre mi misma, y también ha estado modificando mi perspectiva en otras tantas. Una de ellas han sido mis "antiguas amistades", la verdad es que es parte de la vida e ir perdiendo contacto con algunas personas a lo largo del camino, supongo que es normal, porque la vida de cada persona va cambiando, y sus prioridades e ideas también lo hacen. Entonces llega un punto en el que te das cuentas en el que ya no tienen nada en común, y es mejor dar por terminado esas relaciones.
O a lo mejor soy yo, que estoy llegando a un punto de mi vida en la que ya no estoy interesada en invertir en amistades o relaciones que ya no me aporten nada, que no me hagan crecer como persona, o que me motiven, o que den otros puntos de vista. Sinceramente todo eso me da mucha flojera, el invertir tiempo y en energía en personas que no lo valoran o que no le ponen el mismo empeño es al final una pérdida, y no lo digo esto en un modo grosero, sino más bien es un modo comprensivo. Yo creo que en algún momento otras personas han considerado lo mismo conmigo, que nuestros puntos de vista o modo de vida es tan distinto que prácticamente no los culpo por romper relaciones conmigo o dejarme de hablar. Entonces lo que hice fue ponerme a eliminar contactos de mi facebook y de mi celular, algunos me dicen que los deje ahí como bulto, pero sinceramente yo no soy partidaria de eso, A veces la gente se fija en tu vida para tener tema de conversación, y pues eso no esta chido.
Lo he mencionado mucho en este blog, y cerrar ciclos es un proceso importante que uno tiene que aprender, además de que soy de las que piensan que para que entren nuevas cosas a tu vida, tienes que dejar ir aquellas que ya no funcionan.
La otra vez me puse a platicar con mis primas, de todo un poco, de política, de anécdotas, del pasado, del futuro y de un sinfín de cosas, y la plática se me hizo tan refrescante, porque eso de estar hablando de chismes o de los mismos temas de siempre se torna aburrido, así que cuando se discuten ideas, se me hace una conversación más fresca. A veces creo que ya estoy envejeciendo y me estoy amargando. En fin, saludos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario