jueves, 18 de junio de 2015

Work of Fiction: La Ruptura



Allí estaba él, tomando su típico vino tinto. Llévabamos un par de minutos en silencio, pero a mi me parecían una eternidad. Quizás era porque ya sabía lo que iba a decirme, y por un momento que ese silencio durara, en efecto, una eternidad. Apretó los labios, y haciendo acopio de toda su serenidad me dido:
-Es que estoy enamorado de ella.

Así sin más, sentí el dolor agolpándose en mi corazón, expándiendose, hasta cubrirlo todo. Se que es imposible, pero pude sentir mi corazón partirse en dos partes. Apuré el whisky que estaba tomando, pensando que por alguna razón mitigaría el dolor que sentía. Eso lo había aprendido de mi madre, que continuamente bebía para "apaciguar" todos sus dolores, o eso decía. Si ayudaba o no, no me importaba, en ese momento sabría que lo que sea que fuera decir a continuación no podría soportarlo sobria.
-Perdóname - dijo y pude notar que era sincero - pero no puedo explicar como...Nosotros estábamos...Nosotros ya no funcionabamos. - Las palabras se le enredaban en la boca.

Era cierto, nosotros ya no funcionábamos, lo había percibido hace unos tres meses aproximadamente, una brecha se había abiertos entre nosotros, pero decidimos ignorarla, dejarla pasar, como si fuera un resfriado que pronto se curaría, pero no había sido así. Tal vez el tiempo no lo cura todo. Y tiempo era precisamente los que nos estaba faltando. Mis largas jornadas laborales en la industria y sus maratónicas horas en el hospital nos había dejado muy poco tiempo para nosotros, para nuestro amor. Era lógico que en todo ese tiempo que pasaba en el hospital conociera a alguien y se enamorara. Y yo lo sabía, pero ya era muy tarde.

-Es que ella...- hizo una pausa - no sé como paso.

Yo seguía impasible. No había podido decir nada, pero no porque no quisiera, sino porque no podía. El dolor se había expandido hasta mi garganta, inúndandolo todo, hasta mi cuerdas vocales. Saqué un cigarro de la bolsa, yo sabía que a él no les gustara que fumara, incluso lo había dejado un tiempo, y solo fumaba cuando sentía mucho estrés, y nunca en nuestro apartamento. Pero nada de eso importaba ya. El humo entro en mi garganta y sentí alivio, algo raro dado que me sentía destrozada.

-Lo sé- dije con todo el acopio que pudé - sé que no funcionamos. Sé que no podemos seguir, y sé que éstas enamorado de ella. Siempre te voy a querer.

No pude decir más. Salí del lobby donde nos habíamos quedar y comencé a caminar por la acera. Sabía que el no iba a venir trás de mí. El entendía lo que le había dicho, siempre había sido así. No necesitabamos explicar demasiado porque eramos una de esas raras parejas que parecían haber desarrollado una especie de telequinesis, nos comúnicabamos sin palabras. Suspiré.

Me pusé a pensar en el destino. Si yo creía en el destino había sido una señal conocernos, terminar también era una señal. Así era como estaba destinado a suceder, y yo no hubiese podido cambiarlo. El destino funcionaba de una manera extraña que yo no conseguía comprender aún y quizás nunca lo haría. Decidí caminar, eso siempre me había desahogado. Caminar después de una ruptura le da un nuevo significado a las cosas. Me coloqué mis lentes oscuros mientras los tacones chocaban con el cemento.

Conforme avanzaba, mi mente me presentaba distintas imágenes de nuestros tiempos felices y de lo que pudo haber sido. Quisé regresar en el timpo y arreglar todo pero no es tan simpre. Regresar en el tiempo también hubiera supuesto una manera diferente de amarnos, y eso era algo que quedaría en la incertidumbre por siempre, porque lo único que tenía era el presente (ahora convertido en pasado) de nuestro amor, y sinceramente no cambiaría nada. La mayoría de la gente siempre piensa en que serán felices por siempre con sus parejas, pero en realidad existía el "por siempre"? Una vez alguien me dijo que el por siempre iniciaba hoy. Hay que amarnos hoy, y así cada día, todos los días de nuestra vida.

El sonido de mi celular me devolvío a mi realidad. Me llamaban de la farmeceútica para la que trabajaba pero yo no sentía ánimos de contestar. Tenía un mensaje sin leer, supuse que serían ellos y no lo leí. Apague el teléfono. Llegué hasta un parque y me senté en una banca vacía. Era un día nublado, y no había casi gente. Encendí otro cigarro y contemplé el paisaje a mi alrededor. Me pareció hermoso.

Di un par de caladas y volví a pensar en nosotros. ¿Que nos había pasado? La respuesta fué fulminante. Nuestro amor se había acabado. Entonces me detuve en seco, ¿podía ocurrir eso? No, eso no podía ser. Algo extraño pasó por mi mente. En ese momento recordé la Ley de la Conservación de la Materia, sí, aquella tan famosa qu dice "La matería no se crea ni se destruye, solo se transforma" y pensé que lo mismo había pasado con nuestro amor, ciertamente no era el de antes, se había transformado en otro tipo de amor. Quizás para algunos suene loco, porque para la mayoría pensaría que solo hay un tipo de amor. Pero yo no lo creo así, y paso por mi mente toda esa gente que amaba, y que había amado.  Volví a llorar pero esta vez el sentimiento era distinto. Parte del dolor había mitigado.

Cuando me tranquilicé me percaté de que aún seguía en el parque y de que empezaba a llover, apenas caían las primeras gotas. Por instinto saqué mi celular y noté que el mensaje que no había leído antes, era en realidad un mensaje de voz. Marqué el número para checarlo, y una voz conocida sonó. Su voz era serena pero triste, pronunció solo tres palabras "siempre te voy a querer" y colgó. Pese a que no podía verlo supe que lo decía de verdad. No nos habíamos dejado de querer y probablemente nunca lo haríamos, solo que nuestro amor se había transformado y nos unía ahora de una manera distinta. Siempre me había preguntado a dónde se iba todo ese amor cuando una pareja terminaba. Ahora lo sabía.

Me levanté de la cama y me reanudé la marcha. Después de todo de so se trataba la vida, de seguir avanzando.

*********************************************************************************
Esta historia es ficticia, cualquier parecido con la realidad o la surrealidad es pura coincidencia.

2 comentarios:

  1. ME alegran las coincidencias de tu camino, es un placer compartir las emociones contigo.

    ResponderEliminar