Ayer terminé de leer "The Fault in Our Stars" ("Bajo la misma estrella", en español), y no, no lloré. Pense que derramaría un par de lágrimas quizás, dado que muchos de mis conocidos lo hicieron pero yo no. Quizás influyó el hecho de que había visto la película primero (lo sé, eso es pecado), y eso le quito un poco lo dramático al libro. Eso sí, admitiré que sentí una profunda tristeza en el discurso que Hazel le escribe a Augustus. Sentí que lloraría pero tampoco pasó. En fin.
Antes de decir cualquier cosa, empezaré por decir que nunca había leído una historia que tratara sobre cáncer, ni tampoco había leído nunca nada de John Green, así que todo fue nuevo para mí, y aunque quizá la historia sea un tanto choteada, me gustó. Es una historia romántica tierna, que te llega y te hace emocionarte y conectarte con los protagonistas. Y eso fue para mí este libro, un sube y baja de emociones en el que me reía, me sentía triste, me emocionaba, me frustraba.... me gustó, porque me hizo sentir algo. Y eso no lo logran hacer todos los libros, ni todos los autores.
El libro tiene frases muy buenas, yo en especial me quedó con "Algunos infinitos son más grandes que otros infinitos" y ese maravilloso discurso de Hazel y la declaración de amor de Augustus. Algo que leí en los comentarios sobre este libro y que llamó mi atención es el hecho de que Gus y Hazel siempre conservaron su identidad, y nunca dejaron que la enfermedad los transformaron en algo que no eran, fueron fieles a si mismos. Eso lo aplaudo.
Y finalmente me gustó este libro porque me hizo recordar que hay que apreciar esos instantes de la vida que nos llenan de felicidad, esas cosas simples y ordinarias que podemos transformar en extrordinarias, y a esas personas que forman parte de nuestra vida y hacen que estos instantes ocurran, agraceder lo que tenemos, ser felices. Gracias por recordármelo :)
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