Su nombre no importa. Cualquier texto, poema, carta o pequeño verso que le escriba puede leerlo, pero eso no querrá decir que le importe. La declaración tampoco le hará cambiar de opinión, de todas formas ya dijo que no, y pese a todo no puedo culparlo. Nadie puede obligar a nadie a que le corresponda. El amor es cuestión de azar, porque como dice Cortázar "nadie puede elegir el amor, solo nos pega como un rayo. No podemos elegir de quién vamos a enamorarnos".No, no es su culpa.
Él se dedica a otras cosas, a salvar el mundo por ejemplo. A cocinar por las noches y pasear por la ciudad en bicicleta. No importa si piensa en mí, bien sé que no lo hace. Quería escribirle algo poético y postearlo en un lugar donde pudiera leerlo, pero al final aunque lo hiciera quizá no le gustara, quizá ni un "like" de su parte tendría. No tiene caso.
Ayer lo soñé. Todo pareció tan real que en cuánto desperté pedí que lo fuera. Pero no, a veces no todos los sueños se hacen realidad.
Tiene meses que no hablamos. 14 de Marzo fue la última vez que lo hicimos. Aún queda la conversación grabada como prueba de que le da lo mismo si nos hablamos o no. Mi insistencia se reduce a darle un "like" de vez en cuando.Así es ahora, no? Así hemos devaluado el amor, ahora solo valen "likes".
A veces veo sus fotos, porque es lo único que me queda. Lo recuerdo en los días nublados, como hoy. Y a veces cuando tomo vino recuerdo cuánto le gusta. Cierro los ojos, y pido que me hablé, pero no sucede.
Me niego a creer que estoy enamorada. Y aún así mantengo su mensajes de box guardados en el celular, y justo cuando estoy por borrarlos me arrepiento. Quizás algún día quiera escuchar su voz.
Vuelo a regresar a la soledad, que al fin ya se hizo costumbre. Su nombre no importa, y aún sí es increíble como la siempre mención de un nombre puede ocasionar un caos interior.
No, no importa su nombre, quizás algún día se me olvide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario